Película canadiense de 1997, de 92 minutos, con una valoracion de 7/10, bajo dirección Vicenzo Natalidad y guión de Andre Bijelic, Graeme Manson, con un presupuesto de 350.000. Distopía Ciencia Ficción.
Cube es una obra maestra del cine independiente dirigida por ese genio canadiense llamado Vincenzo Natali, que volvió a triunfar entre la crítica con la fantástica Cypher y que aún tiene pendiente de estreno en nuestro país la extraña Nothing. La película adquirió pronto el calificativo de film de culto, más por el boca a oreja entre espectadores que por los premios que cosechó en diferentes festivales. De hecho, en la edición de Sitges de 1998 se llevó los galardones a mejor guión y mejor película.
A priori la película puede generar rechazo debido a su minimalismo y esquemático desarrollo, pero el buen aficionado al cine no debe perdérsela. Natali con pocos medios recrea una atmósfera sobrecogedora e inquietante, gracias a una excepcional puesta en escena y un guión perfectamente diseñado. Parece que es el espectador quien se ha quedado encerrado en ese diabólico cubo. Pero lo más interesante de la película es que rompe de un plumazo todos los convencionalismos propios del cine comercial. En Cube no son relevantes ni el por qué ni el cómo han llegado allí los protagonistas, sino que lo que importa es qué es lo que sucede en esos habitáculos, y más en concreto, en la mente de cada personaje.
Otro gran acierto de Cube es que funciona como las manecillas de un reloj: de forma exacta y uniforme. El filme no tiene ningún bajón narrativo. Es más, no sobra ninguno de los diálogos, pues todos ayudan a que el espectador recree el particular cubo/mente de cada uno de los protagonistas. Además, pocas veces en un filme los diálogos han estado relacionados de forma tan auténtica con las sensaciones de angustia y locura como en I>Cube.
Asimismo, cabe destacar la velada pero devastadora crítica social que Natali pone de manifiesto en las últimas escenas del filme. Parece que a veces la vida real viene a ser peor que el cubo donde están encerrados los personajes. Además, Cube tampoco escatima en sustos y sorpresas, ya que tiene un par de brochetazos de gore bastante logrados.
Los actores, desconocidos en España, cumplen sobradamente, sobre todo Maurice Dean Wint, que encarna a un policía, quien a priori debe ser ejemplo de moralidad, pero que se convierte en un auténtico monstruo enfermizo.
Cube, como todo filme de culto, puede generar controversia, pero no deja de ser una pequeña joya del cine fantástico reciente.