Septiembre de 1939. Los nazis invaden Polonia. Los judíos son internados en guetos y enviados a campos de concentración. El empresario alemán Oskar Schindler (Liam Neeson), un dandy oportunista con talento para las relaciones públicas, aprovecha esta situación para prosperar económicamente. Comienza así una interesada relación con los militares nazis más poderosos para poner en marcha una fábrica en Cracovia, cuya mano de obra serán operarios judíos procedentes de los campos de concentración.
La mano derecha de Schindler en la sombra será Itzhak Stern (Ben Kingsley), un judío que se hará realmente cargo del negocio. Su objetivo será elaborar una lista de trabajadores judíos que estarán únicamente bajo su protección. Sin embargo, y a pesar de tardar tiempo en comprender la barbarie nazi, Schindler acaba por implicarse totalmente contra el holocausto. Lo que empezó como un negocio muy lucrativo, acaba convirtiéndose en la obsesión de Schindler que, comprometiendo su dinero y su futuro, tratará de liberar a cuantas más personas de la garras del psicópata Amon Goeth (Ralph Fiennes), oficial al mando de uno de los campos.
La shoah según Spielberg
por Eulàlia Iglesias