Lucha a muerte contra la homofobia
por Eulàlia IglesiasCuando el SIDA mataba diariamente a centenares de personas, Hollywood decidió rodar un drama al respecto que abordara el tema desde la corrección política propia de los grandes estudios norteamericanos. Para no ofender al amplio espectro de público a quien iba destinada, la película ofrece una aproximación a la homosexualidad en las antípodas de las posturas queer. Tom Hanks, que consiguió el Oscar a la Mejor Interpretación Masculina por este papel, encarna una especie de versión gay del personaje de Sidney Poitier en 'Adivina quién viene a cenar': un ciudadano ejemplar (ejerce como abogado en una importante bufete) cuya única "mácula" circunstancial es, no la raza como en aquel caso, sino su tendencia sexual, que acabará provocando su despido improcedente del trabajo. Una homosexualidad que la película intenta esconder lo máximo posible: apenas se ve al protagonista ejerciendo su vida en pareja (junto a Antonio Banderas en uno de sus primeros papeles en Hollywood). Y, por supuesto, el personaje acaba falleciendo. Un sacrificio más en el altar del dramón lacrimógeno mainstream cuya defensa de los diferentes parace proporcional al sufrimiento de éstos en la pantalla.
A favor: Su contribución a poner sobre la mesa el debate en torno a la homofobia.
En contra: Su postura tiene un punto hipócrita.