La última comedia de un maestro del género
por Rodolfo SánchezUno de los grandes directores de comedia de todos los tiempos, y un gran director en general, Blake Edwards, experimentó desde finales de los ochenta hasta comienzo de los noventa un descenso considerable en su carrera, la cual acabó cerrándose con El hijo de la Pantera Rosa, un final un poco triste para una filmografía tan interesante.
En ella, Edwards y sus guionistas dan una vuelta de tuerca a la historia introduciendo personajes nuevos a la saga y manteniendo otros en busca de llegar tanto a un público actual así como a aquel ya conocedor de los personajes. Pero el resultando no es bueno ni convincente. Para empezar porque Roberto Benigni se hace insoportable durante la hora y media que dura la película. Y teniendo en cuenta que está en pantalla en todo momento y que gran parte de la comicidad que se quiere transmitir para de él, entonces, la película acaba abocada al desastre. Hay buenos momentos de guion, pero mal resueltos, como si Edwards confiara en que su experiencia tras la cámara era más que suficiente. Pero por desgracia no lo fue y este enorme director cerró su filmografía de un modo que no merecía.
A favor: Algunos momentos divertidos que aumentan el interés, pero son pocos.
En contra: Benigni.