Joy Division will tear us apart (again)
por Eulàlia IglesiasEl debut en el largometraje del fotógrafo y director de videoclips Anton Corbijn no podía resultar más estimulante. 'Control' es una incursión en la vida de Ian Curtis, fundador de una de las bandas claves del postpunk británico, Joy Division, elevado al estatus de figura de culto tras su suicidio cuando solo tenía 24 años. Teniendo en cuenta que la cámara de Corbijn fue una de las principales testigos de la trayectoria del grupo, el holandés parecía el director perfecto para llevar a cabo este biopic.
Corbijn sitúa la película más cerca del free cinema que del documental rock al incrustar a Curtis en un contexto clásico de cine realista británico, un ambiente de kitchen sink drama que le marca fatalmente: su imposibilidad de escaparse de lo que parecía su destino (la típica vida de joven proletario de ciudad industrial inglesa) para abrazar su triunfo como estrella internacional de la música se convierte en uno de los desencadenantes de su muerte prematura. Como es habitual en su obra, Corbijn recurre al blanco y negro, pero evita la excesiva estilización. 'Control' quiere funcionar más como drama íntimo sobre el protagonista que como enaltecimiento público de su banda.
A favor: La historia y la música de Curtis nos vuelven a desgarrar otra vez, y otra...
En contra: '24 Hours Party People' y el documental 'Joy Division' la superan como crónicas del grupo.