Opiniones sobre Kagemusha, la sombra del guerrero

Tras cinco años de silencio Kurosawa inicia la década de los ochenta luego de varios problemas personales durante los setenta, y tras más de quince años sin hacer una película de samurais, el exigente Kurosawa gracias a Francis Ford Coppola y George Lucas, nos trae lo que es la candidata pasa ser una de las películas más espectaculares de la historia del cine, y un regreso al cine de samurais digno de un director de su calibre.
Kagemusha es el claro ejemplo de cómo sería una película de samurais moderna al estilo Kurosawa.
La fotografía y el aspecto visual es asombroso, a tal grado que me parece una de las mejores películas visualmente hablando rodada en 35 mm. Una paleta de colores alucinante y muy intensa, junto con una banda sonora exquisita es lo que hacen de Kagemusha una obra de arte en movimiento.
Las interpretaciones del film son como siempre en las películas de los actores y actrices del reparto, es decir sublimes. La más destacable en mi opinión es la del legendario Tatsuya Nakadai, el cual no tenía poco con lo que hizo en los sesenta, si no que también demuestra su alto nivel interpretativo en décadas posteriores, lo cual hace que para mí Tatsuya Nakadai sea uno de los mejores actores a nivel internacional de todos los tiempos.
La trama de este espectacular drama épico narra la historia de Shingen (Tatsuya Nakadai), un poderoso señor feudal y líder de un famoso clan que tras ser gravemente herido en batalla, buscará a un doble que lo sustituya los siguientes tres años luego se su muerte, para que los clanes rivales no ataquen si territorio. Los generales del clan tardan poco en encontrar a un doble, denominado por la cultura japonesa como Kagemusha (Tatsuya Nakadai), el problema es que este Kagemusha es un delincuente que fue encontrado en el corredor de la muerte. Y ahora tendrá que ser un líder poderoso durante tres años.
Todos los acontecimientos de la trama se narran en una Japón feudal del XVI.
Kurosawa nos trae otro film de samurais convertido obra maestra, esta vez por penúltima vez, no sin antes y cinco años más tarde traernos una de sus mayores obras maestras, "Ran".