"El profesional" (Léon) de Luc Besson, es una cinta de acción amena, apasionante y enternecedora. Dirigida con un ritmo vigoroso, es singular y personal, realizando un trabajo portentoso y maravilloso que gusta ver, y que como resultado, da una obra emocionante y soberbia, impetuosa y arrolladora. La obra de Besson, con el paso del tiempo, se ha convertido en todo un clásico del cine, su historia es fresca y contada de manera efectiva y vertiginosa, cargada de momentos memorables, sus personajes lo dejan todo en este filme. La primera vez que la vi, quedé enganchado total, ya sea por el tierno romance que se teje con la pequeña Mathilda y el asesino a sueldo Léon o por su trágica historia acompañada de la presión ejercida por el villano Norman Stansfield, siendo este, de esos villanos a recordar.
La película se desarrolla en New York, y el director logra otorgar un estilo visualmente europeo, con muchas imágenes logradas, travellings interesantes y bueno planos. Lo que cuenta y el tiempo que se toma para hacerlo, puede resultar aburrido para muchos, siendo todo algo previsible y con un desenlace muy efectista y fácil. De ahí la diversidad de opiniones que siempre ha levantado este film, una cinta especial que puede gustar mucho o ser simplemente una historia hueca. Cada opinión vale y todo depende de la predisposición, gustos y tolerancia con que se visione. La banda sonora es muy interesante, muy ambiental y simple, una mezcla de sonidos y violines que acompaña a la perfección las imágenes y situaciones.
El cineasta francés escribió y dirigió una irregular historia de acción con elementos dramáticos. Una película que siempre ha sido valorada de forma injusta, pues su tratamiento es especial e irreal. Nos cuenta una historia llena de ternura, pasión y acción. Dentro de la temática de la mafia, la corrupción y la violencia, se adentra en la vida de un asesino a sueldo implacable y nos muestra su otra cara. Un film que no alardea de tecnicismos, es muy efectista y sin llegar a profundizar en las situaciones que se van planteando, ni en los personajes, consigue transmitir un cumulo de emociones variadas. No hay que olvidar que se trata de una filme de acción, quien no disfrute con este tipo de género la aborrecerá, pues tras su arranque pasamos por un interludio de calma, para poco a poco llegar a un climax que sin abusar, roza lo surrealista.
Las actuaciones son brillantes, el papel que hace Jean Reno es memorable, un frío y letal asesino con sus reglas claras en su trabajo donde su vida dara un giro total cuando una inocente pero inteligente niña (Natalie Portman) llega a su puerta. El papel de Portman es fabuloso, (desde niña ya apuntaba maneras) Mathilda proveniente de una familia destructurada y testigo del horroroso crimen de su familia y de su hermanito menor, vemos como logra reflejar ese odio y esa sed de venganza acompañada de su ingenuidad e inocencia en su papel de la pequeña Mathilda. Reno logra convencernos que a través de la fría actitud, hay un corazón. Así de simple, dos papeles excelentes y soberbios a recordar. Pero estos personajes no estarian completos con la grandiosa actuación de Gary Oldman, como un policia corrupto, despiadado y psicótico, su maldad y genialidad se ve perfectamente natural. Grandioso villano.
En definitiva, Besson nos sumerge de lleno en su historia. Muy fresca, algo original, siempre llevando la acción y la violencia a limites desesperantes pero acompañado siempre de esa ternura y amor que se desenvuelve en la trama, dandole un toque fresco, fluido y conmovedor. Con una fotografía lumínica, llamativa y sugerente. La música tiene sonidos tanto emotivos por un lado, como inquietante, estimulantes e intrigantes por el otro, acompañando magistralmente la historia, y creando la atmósfera adecuada.