Woo Made in U.S.A.
por Rodolfo SánchezJohn Woo dio el salto a Hollywood desde Hong Kong con Blanco humano, producto al servicio de su protagonista Jean-Claude Van Damme y, a continuación, se ocupó de Broken Arrow: Alarma Nuclear, película al servicio también de sus actores protagonistas, principalmente en el caso de John Travolta, exasperante en su histrionismo, y, en menor medida, de Christian Slater, tan mal como casi siempre. A partir de ahí Woo orquesta un guion escrito por Graham Yost (responsable del guion de Speed) basado en un par de ideas de arranque y en una sucesión de secuencias sin sentido y cuyo principal propósito es armar una sucesión de secuencias de acción en la que Woo mostrar cómo la acción en cine no necesariamente tiene que ir acompañada de una historia.
Eso, al menos, es la teoría que sacamos de este despropósito de película cuya única reivindicación puede venir de manos de quienes apelan por un cine totalmente vacuo basado en la supuesta potencia de unas imágenes que Woo crea con un sentido tan solo efectista pero sin otra idea un poco más elaborada. Pura acción decorada por diálogos sin interés para una película olvidable y poco disfrutable.
A favor: Que en su delirio visual uno puede perderse y no pensar en nada.
En contra: Que una vez que uno deja de estar perdido en ese delirio y vuelve a pensar en algo se encuentra ante una idiotez enorme.