La película consiguió una nominación en los premios Oscar de 1994: Leonardo DiCaprio competía en la categoría de Mejor Actor Secundario.
Para prepararse el papel, DiCaprio investigó sobre cómo ponerse en la piel de una persona con discapacidad mental. Para ello, pasó un tiempo en un centro para adolescentes mentalmente retrasados, conversando con ellos y observando sus gestos. Lo que más le impactó de su experiencia fue ver cómo apreciaban las cosas más cotidianas de la vida como algo completamente novedoso.
El retrato que aparece de la señora Grape es, en realidad, un cuadro de Darlene Cates -la actriz que interpreta a la madre- de joven.