Crítica de SensaCine.com para El maestro de esgrima: Entre floretes anda el juego

Hace un par de décadas, de la misma forma que había películas norteamericanas o inglesas de época que parecían estar diseñadas para acumular nominaciones a los Oscar; las producciones de Ismail Merchant con James Ivory de director eran el ejemplo más claro, también había títulos españoles que hacían lo propio para los Goya. El maestro de esgrima sería una de ellos.

Proyecto de qualité, el filme de Pedro Olea parte de una novela histórica ambientada en la España del siglo XIX de Arturo Pérez-Reverte, escritor que en 1992 aun no era un fenómeno de masas, y tiene como protagonistas a un maestro de esgrima, Omero Antonutti, y a una mujer que se convertirá en su alumna, Assumpta Serna. De puesta en escena clásica, algo encorsetada y con maneras de artesano, el filme no se disfruta más allá de la curiosidad por ver una de las primeras adaptaciones cinematográficas del autor de La tabla de flandes. Por cierto, El maestro de esgrima consiguió once nominaciones a los Goya y acabó consiguiendo tres.

A favor: Los secundarios: Alberto Closas, Miguel Rellán y José Luis López Vázquez, entre otros.

En contra: a pesar de su corta duración se hace larga