"Cara a Cara" es una película de acción producida por John Woo y protagonizada por John Travolta y Nicolas Cage. El agente del FBI Sean Archer (Travolta) logra finalmente atrapar al terrorista Castor Troy (Cage), quien había asesinado al pequeño hijo de Archer cuando intentaba matar al policía. Para lograr encontrar un arma biológica que Castor ha escondido para hacer volar un edificio, Archer acepta un extraño procedimiento quirúrgico en el que cambian su cara por la de Troy, para así indagar entre sus secuaces. Lo que no tenía en planes era que Troy obligue al equipo médico a colocarle la cara de Archer y se escape de la clínica. Una película con un guión muy inverosímil, que sin embargo logra aceptabilidad por parte del público, principalmente por su habilidad de mezclar géneros y por el tino de filmar contundentes y sólidas escenas de acción, no pocas por cierto, que hacen que la cinta tenga un ritmo bastante regular e interesante. Los guionistas lograran mezclar de forma efectiva géneros como la ciencia ficción a través de la biotecnología. La acción, a través del terrorismo. Y el drama, con un matrimonio perdido que aún no puede sanar las heridas de la tragedia.
La tensión entre Troy y Archer se inicia con el intento de asesinato del terrorista en contra del agente del FBI, que tiene un final trágico en la muerte del hijo de Archer. El guión entonces presenta a un policía que tiene motivos para perseguir y meter a la cárcel de por vida al hombre que le arrebató la vida a su hijo. Después de capturarlo, Archer cree que finalmente podrá tomar un descanso, psicológico y físico, pero lo convencen de cambiar identidad y convertirse en héroe. Es entonces cuando se practica una cirugía secreta (sólo el médico cirujano, la forense y el colega de Archer lo saben) que se convertirá en una pesadilla para Archer. En realidad poco importa que la cirugía se haga en un par de horas, que no haya problemas de rechazo de la piel en su nuevo huésped o que no quede ninguna cicatriz en el rostro de Archer y Troy, lo que importa es que tenemos a dos rivales que ahora tienen el rostro del otro y todo lo que ello implica. Archer, convertido en Troy, se infiltra en la cárcel para contactar al hermano de Troy y averiguar más de la bomba, pero Troy despierta y ya convertido en Archer, engaña al FBI y a su familia de Archer, durmiendo con su esposa y acosando a su adolescente hija.
Hay una escena particularmente conmovedora y siniestra, al mismo tiempo, cuando Troy disfrazado de Archer acompaña a su esposa al cementerio a visitar la tumba del hijo del matrimonio Archer, y en la que no demuestra el más mínimo arrepentimiento por haber asesinado al hijo de los Archer. Entretanto, tenemos numerosas escenas de acción, con una espectacularidad innegable, con Archer disfrazado de Troy escapando de una redada que el mismo Troy disfrazado de Archer organizó, matando a diestra y siniestra a sus antiguos colaboradores criminales: la escena en el velorio del hermano de Troy y la espectacular toma de la persecución a lancha con balazos y explosiones que dan cuenta de un Woo que regala adrenalina a raudales para compensar lo ilógica que a veces se vuelve la trama. Pero todo esto nos gusta y nos mantiene sentados. Quizás este thriller de alta tensión se deje llevar en ocasiones por la ilógica y cuente con un final que no se cree nadie, pero la compleja reflexión que alberga unida a su vibrante exposición de violencia, aseguran una grata sorpresa y un rato de lo más entretenido.
Las actuaciones son inmejorables, la película gana también gracias a un John Travolta que simplemente disfruta de hacer dos papeles, más que Cage. Travolta tiene la gracia de bufonear sin perder la clase, se nota que disfruta más siendo villano que héroe y por ello el director lo escogió para que encarnara a Tray la mayor parte del film. Otros momentos realmente buenos de Travolta son como un “renovado” esposo y padre, para una extrañada Eve y una maravillada Jamie, que ve como su padre, habitualmente, serio y parco, ahora la salva de potenciales violadores y fuma con ella. Agregar también, un Travolta más duro e inmisericordioso, en la escena del cementerio. Por su parte, Nicolas Cage que estaba en su mejor momento profesional, tras ganar el Oscar por “Leaving Las Vegas”, tiene una actuación impecable. El personaje de Castor Troy le viene como anillo al dedo, pegado a su perfil de héroe de acción. Los papeles femeninos tienen un poco más de protagonismos para ser la típica película de acción, principalmente en Joan Allen, como la Dra. Eve Archer, esposa de Sean, que tiene un conflicto interno severo cuando ve a su esposo cambiado y luego tiene que decidir si creer o no en lo que su esposo, convertido en Troy, le dice sobre su identidad.
En definitiva, una película entretenida si bien inverosímil, pero que mantiene al espectador en vilo. Sorprendente historia partiendo de una idea bastante original, desarrollada con solvencia, que gracias a un acertado guión consigue un conjunto más que convincente. Dicha historia da pie al completo lucimiento de dos de los actores más carismáticos de finales de siglo, ambos en la cumbre de su carrera. Sus interpretaciones, mucho más exigentes de lo que suele ser habitual en este genero, me parecen soberbias. No comparto en absoluto el empeño de algunos por buscar verosimilitud a un film que no pretende ser un manual de cirugía estética, sino un mero producto de entretenimiento, cosa que cumple con nota.