Cuando Mickey Haller descubre que la víctima de un asesinato es una antigua clienta suya, una prostituta a la que creyó haber ayudado a cambiar de vida, siente que tiene una deuda pendiente con el caso. La noticia lo golpea profundamente, ya que revive los fantasmas de su pasado y lo hace cuestionarse si realmente hizo todo lo posible por salvarla.
Determinado a encontrar al verdadero culpable, Haller se compromete a fondo en la investigación, consciente de que este caso podría redimirlo o, por el contrario, hundirlo aún más en la culpa.