Opiniones Happy Valley

Buena serie policiaca britanica. Vicisitudes de una policia veterana a lo largo de tres temporadas.

Con una producción perfecta de la BBC, con un equipo actoral de una solvencia impecable y una ambientación cuidada nos muestra una intriga policíaca en paralelo a un drama social que retrata perfectamente la marginalidad, el paro o la explotación con un realismo creíble sin caer nunca en el maniqueísmo del buenos/malos o ellos/nosotros que tengo la desagradable sensación que nos invade últimamente.
Otro elementos que enriquece esta miniserie es su variedad de tramas y de motivaciones de los diferentes personajes. La malicia o la crueldad no son exclusiva de los perversos delincuentes. La conducta humana tiene muchas caras y momentos. Todos los personajes caen poco o mucho en el lado más oscuro aunque sea por poco tiempo y tengan la fortaleza de continuar curando las heridas propias o ajenas. Una riqueza que va mucho más allá del héroe incorruptible y monolítico. Un aspecto que las series permiten mientras el cine lo tiene más complicado.
Una miniserie en dos temporadas que brilla por su naturalidad realista, su tensión en un crescendo magnífico, unas interpretaciones magistrales y ubicada en la profundidad geográfica del Reino Unido y de la propia naturaleza humana. (8,5 / 10)

Con una producción perfecta de la BBC, con un equipo actoral de una solvencia impecable y una ambientación cuidada nos muestra una intriga policíaca en paralelo a un drama social que retrata perfectamente la marginalidad, el paro o la explotación con un realismo creíble sin caer nunca en el maniqueísmo del buenos/malos o ellos/nosotros que tengo la desagradable sensación que nos invade últimamente.
Otro elementos que enriquece esta miniserie es su variedad de tramas y de motivaciones de los diferentes personajes. La malicia o la crueldad no son exclusiva de los perversos delincuentes. La conducta humana tiene muchas caras y momentos. Todos los personajes caen poco o mucho en el lado más oscuro aunque sea por poco tiempo y tengan la fortaleza de continuar curando las heridas propias o ajenas. Una riqueza que va mucho más allá del héroe incorruptible y monolítico. Un aspecto que las series permiten mientras el cine lo tiene más complicado.
Una miniserie en dos temporadas que brilla por su naturalidad realista, su tensión en un crescendo magnífico, unas interpretaciones magistrales y ubicada en la profundidad geográfica del Reino Unido y de la propia naturaleza humana. (8,5/10)