Los supervivientes que quedan en la Tierra prosiguen su lucha por sobrevivir. En este caso, la situación se complica cuando los héroes se deben a enfrentar a una amenaza contra la que no pueden luchar cara a cara. Los fenómenos meteorológicos serán el gran enemigo esta vez; unos fénomenos de tal intensidad que el único escape posible sea la huida.
Además, Clarke y Bellamy consiguen ejercer como líderes, pero descubren que puede ser un arma de doble filo. Todo esto se produce en un refugio en el que los recursos ahí disponibles son limitados.