Las primeras dos temporadas sublimes, magníficas, maravillosas, creíbles. Por mi edad, he visto y conocido a todos los políticos y personas de la sociedad británica de la época y mundial en general, les he seguido, he leído sobre ellos y los he visto hasta en el Hola, por eso cuando llega la tercera temporada me quedo plaf. La primera actriz, Claire Foy era simplemente perfecta, en general todos eran perfectos y, de repente, nos los cambian para mal.
Me encanta la actriz Olivia Colman, pero le da un aire agresivo y vivaracho que jamás tuvo la auténtica reina, no me gusta cómo lo hace y eso que es una actriz maravillosa. El actor de su marido, tampoco me gusta, pero la que definitivamente es un horror es Helena Bonham Carter como Margarita. Seguí a la auténtica Margarita hasta su fallecimiento y es que, ni se parece, ni da la talla, ni absolutamente nada. Se nota un enchufe ahí, enchufe total.
El primer Tony Armstrong-Jones, bien, daba el tipo perfectamente, no es que se pareciera tanto, porque el original era más guapo, pero estaba bien, este Armstrong Jones maduro, ni se le acerca, es que ni se le acerca. Nada de nada.
Y la reina madre, tenía una dulzura, un encanto, parecía ser una buena persona. La nueva reina madre tiene cara de arpía, un gesto desagradable que no se parece en nada a la bonachona reina Mary del original. La primera era mucho más fiel.
LA PREGUNTA: ¿no podían haber usado el envejecimiento por maquillaje, que siempre está bien?. Los mismos actores y actrices, pero envejecidos. No puede ser que Margarita, que está muy bien conseguida en la versión joven, de repente de tener la nariz redondeada, se convierta en ganchuda. Helena no se le parece ni en el blanco de los ojos. UN ERROR MONUMENTAL. Sigo viendo la serie, pero ya el interés ha bajado mucho. Sigues a unos personajes desde el principio, pero si te los cambian a peor, igual no lo sigues ya.