La premisa de la serie está ligeramente basada en la infancia de Dan Savage, productor de la serie, que creció como un chico gay en una familia de origen irlandés devotamente católica en la que su padres se divorciaron.
En febrero de 2016, el grupo conservador "la Liga Católica" publicó un anuncio en The New York Times intentando que la serie de ABC no fuera emitida. El motivo fue que el presidente del grupo, Bill Donohue, opina que "Dan Savage tiene un odio demencial por el catolicismo".