Las reclusas son trasladadas a Cruz del Norte que está controlado por las presas de la triada china Tao, liderado por la temible Akame. Este nuevo centro penitenciario tiene un sistema de poder totalmente diferente y las nuevas prisioneras tendrán que acostumbrase a un lugar más hostil. Además, Mercedes Carrillo, encarcelada por corrupción urbanística obtiene el tercer grado. Este hecho hace que Akame quiera utilizarla para sus preocupantes planes como elemento clave.