Mientras Jack Ryan trabaja para la CIA en Roma, recibe la noticia del supuesto plan pretende restaurar el Imperio Soviético. Enseguida el agente se embarca en una peligrosa misión para verificar esta información, y por error se ve envuelto en una conspiración aún mayor. Como consecuencia es acusado de traición, y no le queda otra que huir de su propio gobierno para investigar por su cuenta al grupo rebelde que podría provocar una catástrofe mundial, antes de que sea demasiado tarde.