En un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, la joven Flynne Fisher compagina sus estudios con su trabajo en una imprenta. Los ingresos de su trabajo no son suficientes para costear la medicación de su madre, que perdió la vista, de forma misteriosa, años atrás. Para conseguir dinero extra, Flynne se adentra en el mundo de los videojuegos de realidad virtual, del que es una verdadera experta. Un día, alguien envía a su hermano una caja con un nuevo videojuego para que lo prueba Flynne. Cuando se pone el casco, Flynne se sorprende al descubrir que se ha trasladado a una Londres futurista, para ser testigo de un asesinato. Pronto, Flynne empieza a ser consciente de que lo que ha presenciado es real, y teme que alguien ha conseguido conectar dos espacios temporales.