El joven agente de policía Kurt Wallander vive en una barrio pobre de inmigrantes en Malmö (Suecia). A los pocos minutos de iniciado el capítulo es testigo de una crimen que conmociona el barrio y que lleva a que sea promocionado a detective para participar en la investigación del caso.
Últimamente se está repitiendo el recurso de las "precuelas" sobre personajes famosos, (Perry Mason, Freud, la inminente Ratched), tomados como franquicias para enganchar a sus audiencias con sus protagonistas, cuando en realidad podrían ser protagonizados por seres ignotos sin cambiar demasiado o nada su sustancia.
En este caso le tocó al detective Wallander del escritor Henning Mankell, protagonista de más de una decena de sus novelas y de varias adaptaciones televisivas y cinematográficas.
La serie se encarga de introducir ciertas elementos sociopolíticos que aparecen frecuentemente en la obra del autor: la inmigración, los refugiados, los movimientos de extrema derecha, grandes millonarios, y por lo menos tres de su historia personal, aunque curiosamente ubica a su protagonista en la actualidad.
El joven Wallander (a cargo del actor sueco Adam Palsson) es bello (lo vemos con el torso desnudo varias veces), inexperto (mete la pata), honesto, socialmente sensible, afectuoso, arrojado e incisivo. Es una adecuada primera aproximación a un personaje en formación y francamente no entiendo las críticas que le exigen la profundidad de un personaje maduro y acabado a uno que por definición no lo es. Está lograda también la química con su jefe y su compañera, a cargo de buenos trabajos de los británicos Richard Dillane y Leanne Best.
La historia va evolucionando de modo lineal y clásico, ahorrándonos los laberintos temporales que están tan de moda y la voces en off, y es relatada desde el punto de vista de Wallander. Es amena, bien fotografiada, no nos tortura con complejidades innecesarias ni (demasiadas) pistas falsas y nos engancha inmediatamente y hasta el final.
En resumen, un policial efectivo y breve, digna introducción al detective sueco Wallander, con un protagonista que genera empatía, con interesantes e incipientes ingredientes sociales, políticos y corporativos, buenos cliffhangers, un refrescante clasicismo y... hablado en inglés.