Rodrigo Sorogoyen ha querido desde un principio hacer que los protagonistas no se consideren personajes, si no personas.
En el primer episodio, la cámara va pegada a los protagonistas para que el espectador viera y sintiese todo lo que los antidisturbios ven y escuchan.
Durante el mes de marzo de 2014, Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen trabajaban en el guion de Que Dios nos perdone donde el personaje de Roberto Álamo, Javier Alfaro, iba a ser en un principio un agente de antidisturbios pero este detalle añadía más problemas a la trama, por lo que decidieron cambiarlo y cuatro años después nació Antidisturbios.