Edurne y Julián son ahora parte del grupo criminal de Boris seis meses después de que Edurne disparase a Aleksei. Trabajando como asesores legares, ambos se encuentran en momentos diferentes. Julián poco a poco descubre que se siente muy cómodo en la mafia. Y Edurne no acaba de encajar y no hay día que no piense en escapar.