La serie documental se centra en Aaron Hernández, quien pasó de ser una estrella de la NFL a convertirse a un asesino convicto. A lo largo de los episodios se recopila la información y los pasos de Hernández contando con testimonios de amigos, jugadores y expertos.
El jugador llegó a ser de los más codiciados de la NFL, contando con un contrato de 40 millones por cinco temporadas de 2012 a 2018. El jugador que ocupaba la posición de tight end fue condenado en 2013 a cadena perpetua por el homicidio de su futuro cuñado y exonerado de otros dos asesinatos.