Habanos nos transporta a La Habana de los años treinta, ciudad que se encuentra en pleno apogeo. En medio de golpes de estado, pujanza económica, música y libertinaje, Carlos Ramos, un actor español que nunca ha pisado América, acepta la propuesta de un joven empresario andaluz para viajar a Cuba haciéndose pasar por él. El objetivo es hacerle ganar tiempo al empresario mientras soluciona sus problemas de vida. Un objetivo sencillo de alcanzar puesto que Carlos solo tiene que fingir, y Cuba se lo pone fácil.
A lo largo de dos meses llevará una vida de lujo junto a los Laherauna familia acomodada que son los dueños de las mejores vegas de tabaco del país. Su hija, Hilda, una joven formada en universidades americanas, asume el liderazgo del lanzamiento de la primera marca de habanos gourmet llamados los Prestige. Carlos no ha fumado un puro en su vida, pero daría un brazo porque Hilda le enseñara.