El final de la temporada 20 de Anatomía de Grey dejó a los espectadores en vilo con un desenlace turbulento y lleno de giros dramáticos, preparando el terreno para una temporada 21 cargada de conflictos.
Uno de los momentos más impactantes fue la sorprendente renuncia de Meredith Grey, quien decidió dar un paso al costado de su puesto en el Grey Sloan Memorial Hospital y permitió que los Institutos Nacionales de Salud (NIH) publicaran su investigación sobre el Alzheimer, un acto que cambiará el rumbo de su carrera y de la serie.