En el verano de 1998, en pleno apogeo por la Copa del Mundo, una torpe trabajadora llamada Sandrine Laplace se encuentra en la región costera de Palavas-les-Flots. Sandrine cree estar trabajando como agente de la CIA, y decide aplicar sus supuestas dotes de investigación en el parque de atracciones local, donde se produjo un misterioso accidente. Esta inconsciente trabajadora se introduce en un despiadado mundo de guerras de clanes, algodón de azúcar y coches de choque, colaborando con dos trabajadoras de la feria como Carmen e Yvane.