Después de divorciarse de forma amistosa, Jim y Julia deciden seguir criando a sus hijos en la casa familiar, mientras se turnan para criarlos y educarlos. Asimilar el divorcio y compartir el cuidado de sus hijos se vuelve más complicado para Jim cuando Trey, el propietario de su equipo deportivo favorito, entra en escena y se gana el corazón de Julia.