Ambientada en Nueva York en los años 80, la miniserie sigue la angustiosa búsqueda de Vincent, un famoso titiritero que ve como su vida se desmorona cuando desaparece su hijo de 9 años, Edgar. El titiritero, conocido por salir en un programa de televisión, se ve consumido por el dolor y la culpa, y termina por perder el control de su vida.
Hundido y desesperado, Vincent cree que si consigue llevar a la televisión a Eric, un monstruo azul creado a partir de los dibujos de su hijo, el pequeño aparecerá. Esta obsesión hace que Vincent desarrolle comportamientos cada vez más destructivos, alejando a sus seres queridos y a todo aquel que intenta ayudarle.