Tracy Lawless fue separado de la vida delictiva de su familia a los 18 años, cuando un juez le dio a elegir entre la prisión o el ejército. Su padre, el legendario Teeg Lawless, y su hermano menor, Ricky, se quedaron en el mundo criminal que Tracy dejó atrás. En el ejército, Tracy mejoró, canalizando sus instintos salvajes hacia la estricta disciplina militar.
Su gran habilidad para adaptarse a circunstancias extemas lo llevó a las Fuerzas Especiales, donde fue entrenado para convertirse en un experto en operaciones encubiertas. A pesar de su éxito en el ejército, Tracy nunca pudo escapar de sus raíces. La sangre de los Lawless sigue en su corazón, recordándole constantemente su oscuro legado.