Ambientada tanto en 1973 como a principios de la década de 2000, la historia se centra en la búsqueda para atrapar al asesino de tres mujeres jóvenes y de cómo el misterio se resolvió casi 30 años después utilizando pruebas de ADN pioneras, siendo así el primer caso de este tipo. Sus dos líneas temporales sirven para contrastar los métodos policiales de la década de 1970 con los avances forenses de principios de la década de 2000 y analizar así las repercusiones de un caso que permaneció sin resolver durante tres décadas.