Después del asesinato de Gale, Gus endurece la seguridad en el laboratorio e intenta fragmentar la amistad entre Jesse y Walter. Mientras que Jesse trabaja con uno de los secuaces de Gus, Walter se queda en el laboratorio preparando la metanfetamina. Ambos protagonistas, se unen y deciden asesinar a su jefe. Para ello, convencen a un criminal del cartel para que haga explotar una bomba suicida. Posteriormente, Walt y Jesse destruyen el laboratorio.