Meiko Uehara, una universitaria en 1992, empieza a trabajar a tiempo parcial en una tienda de informática sin sospechar que esta es solo una fachada para una empresa de desarrollo de videojuegos eróticos. A pesar de su inicial incomodidad y renuencias, Meiko se encuentra rápidamente inmersa en un mundo inesperado cuando la empresa la asigna como artista gráfica.
A pesar de carecer de experiencia previa en ilustraciones eróticas, Meiko se ve desafiada a explorar y desarrollar habilidades en un campo completamente nuevo para ella. Con el tiempo, su creatividad y dedicación la llevan a descubrir no solo nuevas habilidades artísticas, sino también una comprensión más profunda de sí misma y de las complejidades del mundo adulto en el que ahora se encuentra involucrada.