Cuando fallece Gonzalo Torregrosa, propietario y fundador de la Funeraria Torregrosa, Dámaso Carrillo, la mano derecha de esta empresa, asume el mando. Eso sí, contra todo pronóstico, la viuda septuagenaria Nieves decide ponerse al frente de la empresa familiar, ayudada por su inútil y entusiasta yerno, Chemi, experto en marketing.
Mientras Dámaso conspira y manipula a sus compañeros contra la nueva dirección, la empresa se enfrentará a su competidora, la funeraria Transitus, además de a un caso a lo #metoo, que amenazarán el legado de Gonzalo Torregrosa. Y es que, el día a día de la funeraria Torregrosa, aunque siempre esté al borde del desastre, de alguna manera consiguirá mantenerse a flote.