30 de mayo de 1973. Del aeropuerto de Bogotá despega un avión que realiza una ruta por varias ciudades colombianas. Durante el vuelo, dos individuos armados y encapuchados toman el control del avión y amenazan con hacerlo estallar, a menos que el gobierno colombiano libere a 50 presos políticos y les pague un cuantioso rescate en efectivo. A bordo del avión secuestrado, dos azafatas intentan burlar a sus captores en medio de unas tensas negociaciones tanto en el aire como en tierra. Daba comienzo así el secuestro aéreo más largo y enigmático de la historia.