Jax tiene ahora el control total de Hijos de la Anarquía. Ahora debe ejercer como líder y gestionar todos los problemas que tienen, que son muchos.
Tras la muerte de su hija, Pope, un empresario de gran poder está dispuesto a dar caza a los responsables a cualquier precio posible. No será el único. La víctima era también la mujer del líder de la banda callejera One Niners.
Ante las amenazas, Jax se valdrá de todos sus recursos para revivir unos Hijos que parecen estar a las puertas de la extinción. Todo ello sin la ayuda de Clay.