Los Hombres de Paco: episodios de la temporada 8

El caso de los islamistas y del posible atentado contra el Rey llega a su fin. Tras el minucioso seguimiento del coche que Paco le regaló a Sara en la subasta de la comisaría y que misteriosamente fue a parar a la Zarzuela, Paco y sus hombres descubren las claves que les llevarán ante un gran reto profesional: Impedir, en un tiempo récord, el atentado que Al Qaeda planea contra la cumbre del G8 en un tiempo récord. La seguridad mundial dependerá de ellos y tendrán que emplearse a fondo para evitar una masacre. La CIA llega a San Antonio para colaborar con la comisaría en la seguridad de la cumbre del G8 que se celebra en España. Don Lorenzo pide a Paco y Mariano que intercambien información con ellos y que les expliquen cómo proceder en el operativo de seguridad de la comitiva de mandatarios. Paco y Mariano piensan que los agentes de la CIA les están espiando y deciden montar un servicio de contraespionaje. Mientras, Curtis, Rita, Povedilla y Nelson, que quieren formar parte de la escolta de la Cumbre, organizan entre ellos una competición de pruebas de resistencia física algo macabras. Paco y sus hombres siguen adelante con la investigación de los islamistas; su única pista es un gimnasio desde donde se hicieron algunas llamadas a los terroristas. Sara y Aitor se tendrán que infiltrar y hacerse pasar por una pareja que está esperando un bebé para asistir a las clases de preparación al parto. Aitor, que siente algo más que amistad por Sara, habla con Paco para pedirle que le cambie de compañero y evitar así pasar tanto tiempo con ella.

A Mariano se le ha subido a la cabeza el éxito de la operación, tras desmantelar junto a la CIA el atentado contra el Rey y contra los mandatarios del G8 y evitar un conflicto mundial; incluso ha concedido a sus hombres el día libre. Mariano se queja de que no les reconocen los méritos, y más cuando Don Lorenzo anuncia que se va a Washington, donde el presidente celebrará un acto en la Casa Blanca para agradecer el desmantelamiento del atentado terrorista. Un hortelano que tiene problemas con su huerto acude a la comisaría en busca de ayuda. Se queja de que su cosecha está podrida y de que algo raro sucede en su huerto por las noches, lo que le lleva a pensar que puede tratarse de extraterrestres. Mariano decide tomar las riendas del caso y convence a Paco para investigar por su cuenta. Su plan es ir al lugar de los hechos en busca de ovnis, pero sin permiso legal. Se ha llevado a cabo una redada contra cinco disco-bares de San Antonio que acumulaban varias denuncias por venta de alcohol a menores, ruidos y peleas, pero Sara deja abierto uno de ellos porque piensa que puede ser la tapadera de algo más gordo y quiere averiguarlo. Don Lorenzo ordena que vaya inmediatamente a cerrarlo, pero Sara ignora a su abuelo y decide infiltrarse por su cuenta. Don Lorenzo, que se entera de las intenciones de su nieta, manda a Aitor para vigilarla y asegurarse de que cierra el local . Rita toma la iniciativa de prepararle a Montoya una cita con su prima del pueblo, Marga (interpretado por Marta Nieto). Aunque al principio Montoya se muestra un poco reacio a quedar, Rita le anima a que ?salga al mercado?. También Montoya va a recibir la visita de un amigo suyo de la CIA, por lo que finalmente deciden salir los cuatro juntos.

Paco y Mariano continúan la investigación del huerto misterioso. Tras allanar una propiedad privada en mitad de la noche y robar un barril sospechoso con la ayuda de Aitor, deciden llevar el recipiente directamente a su casa. Cuando Silvia analiza el contenido, descubren que se trata de uranio, algo solo controlado por la Agencia estatal de la Energía Atómica. Su objetivo pasará a ser descubrir cómo ha ido a parar allí y conseguir pruebas legales. Paco recluta a Aitor en su unidad para tenerle constantemente vigilado y evitar así que pase tiempo con Sara; incluso le cambia los turnos para que no tenga tiempo libre. Aitor se toma muy en serio las órdenes de Paco, hasta el punto de humillar a Sara delante de todo el mundo para que ella le odie, y parece que lo consigue. Por su parte, Sara, ignorando de nuevo las órdenes de su abuelo de cerrar la discoteca, vuelve allí para seguir investigando por su cuenta. Montoya quiere explicarle a Rita que lo que pasó entre él y Marga fue algo sin importancia pero Rita prefiere evitarle. Montoya le confiesa a Curtis que siente algo más por Rita y que lo de Marga solo ha sido algo pasajero, y Curtis a su vez se lo comunica a Rita, que se emociona con la noticia. Mientras que Silvia y Pepa parecen haberse reconciliado, Curtis quiere tener una cita con Pepa, ya que piensa que ella le quiere de verdad después de lo que le dijo en la ambulancia cuando estaba al borde de la muerte. Pepa quiere esperar a que Curtis se recupere de sus heridas para ?cortar? con él.

Paco, Mariano y Aitor investigan el caso de los bidones de uranio que encontraron en el huerto. Para esta misión, Paco y Mariano finalmente deciden aceptar a Aitor como uno más y le exponen sus reglas. Los tres siguen a uno de los camiones que transportan los bidones, y que les lleva a descubrir que la mafia italiana está detrás de los vertidos. Cuando consiguen detener a unos de los miembros de la camorra y se lo llevan a comisaría, se hacen pasar por policías corruptos que buscan sacar provecho del asunto.

Sara y Aitor no pueden reprimir su pasión y Sara le confiesa que, a pesar de que sigue enamorada de Lucas, también lo está de él. Ambos se dejan llevar y se besan a escondidas, pero Don Lorenzo les descubre y se lleva una sorpresa. A Don Lorenzo le preocupa la situación y queda con Aitor para averiguar lo que siente realmente por su nieta. Mientras, Paco y Mariano tienen retenido en casa a Fabrizzio, el mafioso italiano, a escondidas, ya que no tienen orden judicial y la vida de Nelson está en juego. Su prioridad es garantizar la seguridad de su compañero hasta que lo intercambien a la mafia italiana por Fabrizzio. También tienen el problema de evitar que Don Lorenzo se entere de que tienen un rehén en su propia casa, y todo se complica aún más cuando Fabrizzio muere accidentalmente.

En el capítulo de esta semana, el plan de Paco, Mariano y Aitor es distraer la atención de la camorra italiana con petardos para que no descubran que Fabrizzio está muerto y les de tiempo a huir con Nelson. Sin embargo, Nelson podría haber muerto de no haber sido porque las cosas no salieron como lo tenían planeado...

La comisaría de San Antonio está patas arribas. Aitor y Povedilla están detenidos en la Comisaría, acusados de homicidio y de cómplice, respectivamente. Trujillo ha destituido a Don Lorenzo y hay una orden de búsqueda y captura contra Mariano, Paco y Nelson. Sara toma la decisión de hacer feliz a Aitor a pesar del inminente regreso de Lucas. Por su parte, a Aitor le es asignado un abogado, pero Blackman (Asier Etxeandia), que sospecha que es un infiltrado, intenta matar al letrado. Mientras, Blackman advierte a Don Lorenzo que uno de sus hombres está en peligro y no le creen hasta que Aitor empieza a sufrir graves síntomas. Aitor ha sido envenenado, pero necesitan descubrir con qué sustancia para darle un antídoto...y su estado empeora por momentos. Vittorio Palezze, uno de los miembros de la camorra, ha enterrado a Paco y Mariano hasta el cuello en un campo a pleno sol. Quiere averiguar la identidad del policía que está infiltrado en la mafia italiana, pero ni Paco ni Mariano saben nada. Están a punto de ser devorados por hurones y no tienen posibilidad de escapatoria.Silvia le pide a Pepa que se case con ella.

Tras la detención de Vittorio, uno de los miembros de la mafia italiana, Pacos y sus hombres celebran el éxito de la operación y la alegría de estar vivos, pero desconocen que la Camorra sigue al acecho y que no les va a dejar tranquilos después de que hayan arrestado a uno de los miembros de su familia. La Comandante Salgado vuelve con su equipo del CNI a la comisaría dispuesta a poner orden después de enterarse a través de Asuntos Internos de la detención de Vittorio.

En la comisaría de San Antonio, con la colaboración de CNI y de la Interpol, tratan de identificar a Bravante, el número dos de la Camorra, y Paco es el único que le ha visto la cara. Por otra parte, Povedilla se muestra preocupado por la seguridad de Rita y de su hija Sabina, por lo que pasa la noche con ellas. Montoya, que se ofrece para dar una clase de defensa personal a sus hombres, se mosquea cuando escucha a Povedilla decir que cree tiene posibilidades de volver con Rita, y los dos acaban peleándose por ella. Aunque todos en la Comisaría piensan que tras la muerte de Jota (Dani Martin), el agente infiltrado en la organización de la Camorra, la amenaza está zanjada, hay una psicosis general y todos tienen miedo de hacer vida normal. Don Lorenzo ordena a Paco que se tome unos días para descansar, pero Paco quiere que sus hombres sigan investigando por su cuenta, pero esta vez por la vía legal. Las pistas les llevan a una finca de una familia italiana, en la que irrumpen cuando se está celebrando una fiesta de cumpleaños, que resulta ser la del hijo de Bravante. Los policías se llevan a todos los niños a la comisaría, y mientras Povedilla se encarga de entretenerles, Paco intenta sacar información a la mujer del capo. Sara no puede evitar estar tensa por la presión de querer a dos hombres, y no sabe cómo actuar con Aitor. A pesar de haberse casado de mentira, se siente culpable. A su vez, llega a la Comisaría un mensaje de Lucas diciendo que se ha gastado todo el dinero que ha ganado en un chalet para Sara y que le quiere dar una sorpresa. A Aitor sólo le quedan 10 días para disfrutar de su vida con Sara antes de que Lucas regrese.

Tras la detención de varios miembros de la Camorra Napolitana, un programa de televisión acude a la comisaría de San Antonio para entrevistar a Paco y a sus hombres. Justo cuando están en directo, entra una llamada de un hombre que tiene un rehén y está dispuesto a matarle si no se lo impide la policía en un plazo de 20 minutos. Con todo el mundo pendiente de ellos y de su reacción, Paco intenta coordinar una operación en la que sabe que se está jugando la vida de un hombre. Su primer paso es intentar descubrir la identidad del secuestrador y los motivos por los que tiene retenido a un inocente, para lo que piden ayuda a Félix (Miguel de Lira), el psicólogo. Ante la dificultad de partir de cero y sin pistas, Paco intenta ganar tiempo de alguna manera y para ello el secuestrador les va poniendo pruebas. Sara y Aitor son los únicos que no han recibido ninguna orden de Paco después de que éste les sorprendiera en la cama, por lo que deciden investigar por su cuenta. Paco no sabe muy bien cómo reaccionar con su hija, ya que Lucas va a llegar a tiempo para la boda de Silvia y Pepa y Sara todavía no lo sabe.

Todos están volcados en los preparativos de la boda de Silvia y Pepa. Don Lorenzo ordena a Povedilla que se ocupe del coche nupcial, pero en un descuido se lo roban con dos cadáveres dentro. Por su parte, El Gordo, el número uno de la mafia italiana y máximo objetivo del CNI y de la Interpol, se ha desplazado a España para vengarse de Paco y de sus hombres; su plan es acabar con todos en el caserío donde se va a celebrar la boda.Llegan dos agentes del Cuerpo de Carabineros de la República Italiana a la comisaría para acompañar a Francesca, la mujer de Bravante (el capo italiano) a la Audiencia Nacional. Montoya insiste en que vayan sus hombres para escoltarla, pero Blackman reaparece para ofrecerse a proteger a Francesca y llevarla él mismo ante el juez, ya que sospecha que en el traslado van a atentar contra ellos. Sara está teniendo sueños inquietante con Lucas y Aitor se da cuenta de que algo le pasa; él es consciente de que se le acaba el tiempo con Sara, y más aún cuando Mariano le pide que no vaya a la boda ya que es Lucas quien debe estar ahí. Por otra parte, nadie quiere cogerle el teléfono a Lucas porque no se atreven a decirle lo que está pasando con Sara.

La mafia napolitana tiene rodeado el caserío donde se va a celebrar la boda y cuando 'el Gordo' de el pistoletazo de salida a sus hombres para disparar, comienza un tiroteo en el que de entrada dos de los policías son malheridos. Con pocas armas, escasa munición y sin cobertura en los móviles, Paco y sus hombres tendrán que resistir como sea. Cuatro de ellos serán acribillados.Lucas irrumpe justo a tiempo para el banquete de la boda, y todos se llevan una sorpresa, excepto Paco y Mariano que ya sabían que llegaría a tiempo. Sara no sabe cómo reaccionar, pero Aitor no está dispuesto a dejarle el camino libre a Lucas. Cuando parece que van a empezar a pelearse por ella, son sorprendidos por el tiroteo y tienen que posponer su enfrentamiento para intentar llegar al coche que está fuera de la casa y conseguir un walkie para pedir refuerzos. Sin embargo, no podrán reprimir sus sentimientos mucho tiempo. Mientras, Sara se encuentra sola fuera de la casa escondida en un coche, sin poder moverse de ahí. El triangulo amoroso se desmantelará con la elección definitiva de Sara.