Los Hombres de Paco: episodios de la temporada 5

Tras los angustiosos momentos vividos durante el secuestro de la comisaría, Paco se derrumba en la consulta del psiquiatra y confiesa que su vida es una equivocación. Por una parte, su mujer está a punto de serle infiel con Mariano, uno de sus mejores amigos, pero el inspector es incapaz de reprocharles nada, pues reconoce que ha descuidado a su familia.

Por otro lado, su hija Sara, que acaba de cumplir 18 años, decide abandonarles y marcharse con Lucas, otro de sus mejores amigos, a Madagascar.

Povedilla sólo quiere salir corriendo hacia el hospital donde están ingresadas Rita y su hija recién nacida. Sin embargo, se ve obligado a quedarse en la comisaría para declarar como testigo del secuestro que acaban de sufrir.

Montoya sufre un terrible golpe emocional cuando Ruth, la mujer que ama, muere a manaos del comisario Don Lorenzo, el hombre que más admira. Pero lo más duro va ser aceptar que la mujer de la estaba enamorado era una infiltrada de la banda de policías corruptos que mantuvo en jaque a la comisaría.

Lucas y Povedilla se infiltran como reclusos en un penal con el objetivo de detener los planes de Salazar, otro de los presos y cabecilla de una banda internacional de ladrones. A la policía sólo le consta que Salazar necesita un hacker o pirata informático para poner en marcha su plan de cometer el robo del siglo.

Don Lorenzo se siente sin fuerzas para asumir el trabajo de comisario y le pide a Paco que se encargue de todo durante unos días. El inspector Miranda trata de superar la ansiedad que le produce tanta responsabilidad con la ayuda de Félix, su psiquiatra. Su primer encargo será entrevistarse con unos agentes de la Interpol dispuestos a impedir que se cometa el robo del siglo.

Sara se encuentra sola, incomunicada y asustada en Madagascar porque Lucas ha perdido el avión al ser detenido por montar un escándalo en el aeropuerto al pelearse con Mariano. Sara, muy enfadada por este nuevo plantón, toma una decisión radical respecto a su relación con Lucas.

Don Lorenzo es interrogado por Portillo, el inspector de la comisaría central encargado de investigar el caso Uriarte. A pesar de ser advertido de que está poniendo en juego su impecable carrera profesional, el comisario reconoce que no mató a Ruth en defensa propia. Don Lorenzo mantiene su declaración ante el juez, por lo que es acusado de homicidio y recluido en la cárcel donde están infiltrados Lucas y Povedilla.

Povedilla y Lucas comparten celda infiltrados como presos para desarticular una banda internacional de ladrones que planean un golpe muy importante. Povedilla pretende hacerse pasar por pirata informático para entrar en contacto con Salazar, el cabecilla de la banda.

Lucas intenta ponerse en contacto telefónico con Sara desde la cárcel, pero sólo recibe constantes reproches. Ella, por su parte, intenta volver a congeniar con Aitor, pero éste se siente despechado tras los desplantes de ella y comienza a intimar con Carlota, la hermana de Lucas. Paco se llevará una sorpresa cuando descubra que su hija ha decidido estudiar las oposiciones de policía.

A Montoya, que parece haber recaído en el alcoholismo que padeció hace tiempo, no acepta de buen grado las nuevas atribuciones de Paco. El joven subcomisario, que pasa por uno de sus peores momentos profesionales y personales, opina que él debería sustituir a Don Lorenzo y escribe una carta solicitando la destitución de Paco, al que considera incapaz de desempeñar correctamente las responsabilidades de comisario.

Paco anuncia que se van a iniciar los interrogatorios sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Ruth. De las declaraciones depende que Don Lorenzo permanezca o no en la cárcel. Es entonces cuando Montoya se ofrece para mentir y decir que vio cómo don Lorenzo disparaba a Ruth en defensa propia. Pero justo antes de declarar, cae inconsciente bajo los efectos del alcohol que no para de ingerir.
Paco insiste para que Lucas entre en contacto con don Lorenzo y le convenza de que debe cambiar su declaración sobre la muerte de Ruth para salir de la cárcel. Para acceder a la enfermería donde está ingresado el comisario debido a la diabetes que padece, Lucas convence a Povedilla para que le disloque un brazo.
Tras una terrible pesadilla, Paco se reúne con Mariano y Lola dispuesto a aclarar las cosas presionando a su mujer para que reconozca que está enamorada de Mariano, pero ésta insiste en que Paco es el único hombre al que ama. Mariano, que se había hecho ilusiones, se queda anímicamente destrozado tras escuchar la declaración de amor de Lola hacia su marido.
Mientras Lucas está en la enfermería, Salazar, el cabecilla de la banda internacional de ladrones, será el nuevo compañero de celda de Povedilla. El capo le ordena al agente hackear los códigos de seguridad de la Jefatura Superior de Policía. Povedilla es entonces trasladado a la comisaría para recibir las instrucciones necesarias.
Sara busca constantemente llamar la atención de Aitor, pero éste se hace duro mientras intenta situar en medio de los dos a Carlota, la hermana de Lucas. En esta ocasión, Sara reta a Aítor a una partida de billar. Él, que se considera un experto, es vapuleado por la chica y debe aceptar ir a merendar con ella. Aitor aparece con Carlota a la hora de la cita, dificultado así los planes de Sara para hablar con él.

Povedilla es obligado por Salazar y su secuaz, el chivato a evadirse con ellos de la cárcel aprovechando el motín que ellos mismos organizan coincidiendo con la excarcelación de don Lorenzo. Para ello cuentan con la ayuda de otros dos delincuentes que trabajan desde fuera: Allison Morris y Philippe Mignon.
A pesar de las imprevisibles secuelas, Mariano está decidido a someterse a un borrado de memoria para olvidarse de Lola. Cuando Paco y su mujer intervienen, es demasiado tarde: el proceso está a punto de finalizar y Mariano no recuerda nada sobre su enamoramiento. Pero también ha olvidado los hechos relacionados con la muerte de Ruth cuando de su declaración depende el que Don Lorenzo sea excarcelado.
Lucas consigue ponerse en contacto telefónico con Sara y logra conmover a la joven con sus palabras. Pero ella, consciente de el daño que puede sufrir, insiste en olvidarse de Lucas intentado acercarse a Aitor. Por otra parte, ante la rotunda oposición de Lola a que su hija ingrese en el Cuerpo de Policía. Paco, que no está del todo en contra, pretende que Félix, el psicólogo con el que él mismo se trata, convenza a Sara para que no se presente a las oposiciones.

Lucas y Povedilla han conseguido escapar del penal junto con Salazar y su chivato. Desde fuera, alguien muy preparado les guía mediante un complejo sistema por satélite a través de alcantarillas y pasadizos. Lucas apunta constantemente a Povedilla como si se tratase de su rehén, sabe que los delincuentes necesitan de los supuestos conocimientos informáticos de su compañero para poner en marcha sus planes criminales.
Don Lorenzo hace una nueva declaración sobre las circunstancias de la muerte de Ruth. El juez, que se muestra implacable en el interrogatorio, está convencido de que el comisario mató a la psicóloga a sangre fría. Para el magistrado, los motivos están claros: la psicóloga le había sido infiel y era una infiltrada a las órdenes de Uriarte.
A Rita, que está de visita con su bebé en la comisaría, le entra un ataque de nervios al sospechar que los dos reclusos a los que han linchado durante el motín de la cárcel son Lucas y Povedilla. Para que se tranquilice, cada uno de sus compañeros le proporciona una pastilla relajante. La agente se duerme tan profundamente que es incapaz de atender a su hija Sabina.

En la comisaría están muy preocupados por Lucas y Povedilla ya que no han tenido noticias de ellos desde que se fugaron. Los agentes de la INTERPOL plantean a Paco la posibilidad de relajarse en la búsqueda de los prófugos aprovechando que se han ganado la confianza de Salazar. Paco se niega a poner en peligro la vida de sus hombres, y menos cuando sospecha que la INTERPOL le oculta algo. Povedilla, el Chivato y Salazar continúan su fuga por un bosque.
Mariano sigue hablando con Arturo, su amigo imaginario, que cada vez se vuelve más radical en su postura y quiere hacer ver a Mariano que Paco quiere acabar con él y separarle de Lola. Paco se queda preocupado al escuchar a Mariano hablando solo y el médico le dice que puede sufrir brotes esquizofrénicos como consecuencia de la operación de borrado de memoria, por lo que Paco intentará hablar con su amigo y hacerle ver su enfermedad.
Don Lorenzo confiesa a Silvia que Montoya es alcohólico y le aconseja que no le deje solo, que esté con él en todo momento. Por otra parte, Don Lorenzo y Uriarte permanecen encerrados en la comisaría en celdas contiguas a la espera del dictamen del juez. Cuando Uriarte amenaza a Don Lorenzo con destrozar su vida, el Comisario no puede evitar agredirle.

Pasados seis meses y cuando las cosas aparentemente han vuelto a la normalidad en San Antonio, Salazar contacta con Povedilla para utilizar el virus y le da instrucciones para que vaya una plaza y se ponga un disfraz de lagarto. Paco y los demás agentes se comprometen a no quitarle los ojos de encima.
Lucas continúa infiltrado en la banda de Salazar y ya no vive en el barrio. Don Lorenzo, que vuelve a ejercer de Comisario, revela a sus hombres que Salazar no es el objetivo de la INTERPOL, sino que es el Kaiser a quien buscan para evitar que fabrique euros falsos y se desmorone la economía mundial.
La estrategia de Lola y Paco para quitarle las ganas a Sara de ser policía no funciona, ella ya ha ingresado en la academia. Como deberes, Sara tendrá que escribir una redacción sobre la razón por la que quiere ingresar en el cuerpo. Mientras, Paco ordena a Curtis, Quique, Rita y Aitor que hagan lo posible para que Sara cambie de idea haciéndole ver el lado más oscuro y más sucio de la profesión.

Don Lorenzo culpa a Paco de que haya salido mal el operativo para capturar a Salazar y recrimina a Lucas su modo de actuar. El Comisario decide retirar a todos del caso durante un par de días. Además, acusa a los agentes de la INTERPOL de no mantenerle avisado de todo, en concreto de la existencia de un amigo de Salazar que podría ser el Kaiser.
En un control de tráfico para impedir que escape la banda de Salazar, Kike, Curtis y Rita detienen un coche que transportaba animales exóticos, pero el conductor sale huyendo y no les queda más remedio que llevárselos a la comisaría. Al estar inundado el sótano, tendrán que buscar un hueco para dejar los animales hasta que vengan a por ellos.
Paco insiste a Lucas en que intente hablar con Sara, a pesar de que esta no quiera saber nada de él. Sara le propone hablar como personas normales, pero Lucas no siente que puedan hasta que ella asuma lo que siente. La situación entre ellos sigue siendo tensa y los esfuerzos de Paco por acercarles no hacen más que crear situaciones incómodas.

Todos están sorprendidos con la aparición de Pepa, la hermana de Paco, en especial Don Lorenzo, a quien no le agrada su vuelta, mientras Paco pide a su hermana que se quede con ellos en San Antonio.

Por otro lado, cuando Don Lorenzo interroga a la agente Miranda sobre su aparición en la escena del crimen, Pepa explica que llevaba un tiempo siguiendo la pista de Jesús Olmedo.

Mariano recrimina a Lucas que esté poniendo en peligro a todos por ver a Sara, y que no debería estar en San Antonio mientras siga infiltrado en la banda de Salazar. Lucas intenta hablar con Sara, pero ella se niega a escucharle. Lucas pierde los papeles y la secuestra para llevarla a un bosque y así poder hablar.

Curtis, Kike y Aitor planean darle una lección a Povedilla, ya que se le ha subido a la cabeza su infiltración en la banda de Salazar. Fingen que Don Lorenzo les ha ordenado que se infiltren en un festival de rock y que tienen que grabar una maqueta. Entre todos convencen a Povedilla de que Don Lorenzo quiere escuchar la primera canción ese mismo día y al becario no le quede más remedio que ponerse a componer.

Lucas llega a la cabaña donde ha sido citado por Salazar para hacer la entrega de un paquete. Acompañado por Félix, Lucas sospecha que les han tendido una trampa y se preparan para defenderse contra un posible ataque, ya que no tienen escapatoria y permanecer dentro de la casa es la única oportunidad que tienen de salvarse. Mientras están allí, Félix intenta hacer ver a Lucas que secuestrar a Sara no es un comportamiento racional.

Lola ha conseguido que vayan a grabar un anuncio publicitario en el bar Los Cachis y todos quieren participar, pero el director del rodaje sólo tiene la intención de sacar a los más guapos y dejar fuera a Don Lorenzo, Paco, Mariano, Povedilla, Kike, Curtis y Rita, todos ellos emocionados ante la idea de aparecer en el spot.

Mariano descubre la máquina de bailar que le compró Lucas, y en la que la banda de Salazar ha colocado una bomba. Mariano, ilusionado, no puede esperar a estrenarla y se pone a bailar sin saber que si para, la bomba estallará. Por otro lado, Silvia le deja claro a Pepa que sólo está interesada en los hombres, no en las mujeres.

Allison se presenta en casa de Lucas dispuesta a hacerle chantaje: O colabora con ellos, o matan a Carlota, a la que tienen encerrada en un zulo. Lucas se inventa que su hermana se ha ido a Argentina para explicar su desaparición, pero Aitor no se cree que su chica se haya ido sin despedirse. Por otro lado, la INTERPOL decide retirar del caso pero él no está dispuesto a ceder y hará lo posible por conseguir lo que le pide Salazar.
Mariano y Paco descubren una carta de despedida de Lucas y están convencidos de que está dispuesto a hacer lo que sea para llevarse por delante a Salazar, incluido autoinmolarse. Para impedirlo, se aseguran de no dejarle solo y deciden buscar un caso para mantenerle ocupado, pero cuando les falla el plan, no les queda más remedio que recurrir a Sara para que sea ella quien le vigile.
Don Lorenzo se ofrece a hacer de canguro con Sabinita para que Povedilla y Rita disfruten de una noche romántica. Sin embargo, cuando Rita intenta seducir a Povedilla, este no puede evitar recordar lo que le sucedió cuando estaba en prisión y la rechaza. Rita acude a Don Lorenzo preocupada porque piensa que Povedilla ya no se interesa por ella, y Povedilla acude a Paco, que se sirve de Félix para ayudar a su amigo.

Tras la muerte del agente Smith, La INTERPOL vuelve a incorporar a Lucas al caso como infiltrado ya que es la única conexión con Salazar. Paco y Mariano no quieren dejar sólo a su amigo, por lo que se ofrecen para coordinar el caso y Don Lorenzo le entrega a Paco el número de la clave secreta que Lucas tiene que conseguir. Por otro lado, Lucas confiesa a Sara que ahora es un contra infiltrado de Salazar.
Don Lorenzo solicita un informe completo sobre cómo murió el agente Smith y Paco, Mariano, Curtis, Kike, Rita y Povedilla se van al lugar del crimen para reconstruir los hechos. Al no obtener información suficiente en la escena del crimen, Kike sugiere contactar con una médium para que les diga cómo murió el difunto.
Aitor no puede olvidar a Carlota y sigue investigando por su cuenta, hasta el punto de enfrentarse a Lucas y acusarle de querer separarles. Sin embargo, cuando consigue la llave del trastero y descubre las cosas personales de Carlota, está aún más seguro de que Lucas le oculta algo. Sara, en un intento de tranquilizar Aitor, se inventa que Carlota se fue a Argentina porque necesitaba un poco de aire.