Cuéntame cómo pasó: episodios de la temporada 4

Han pasado varios meses desde el hundimiento de la constructora pero Antonio no levanta cabeza. Embutido en su viejo uniforme de ordenanza, vuelve a trabajar por las mañanas en el Ministerio, dedicándose por las tardes a jugar al mus con un grupo de jubilados en el bar de Tinín. Al menos en Meyni, donde toda la familia ha tenido que arrimar el hombro, las cosas van bien. Mientras tanto, Inés, que dedica la mayor parte de su tiempo a ayudar en la tienda, no prospera en su carrera como actriz. Ante tan pocas expectativas, cuál será su sorpresa cuando aparece en el barrio un viejo conocido: Mike.

La llegada de Mike, con toda la filosofía hippie que trae consigo, hace mella en Inés que, en su eterna búsqueda, encuentra un mundo nuevo que explorar. Esto no pasa desapercibido ni para su madre ni para Eugenio, que temen que Inés vuelva a enamorarse y sea capaz incluso de marcharse con Mike a Ibiza. Tras la negativa del banco a concederles un crédito, Mercedes y Nieves acuden a ver al rico del barrio, el ferretero. Cuando parece que no van a conseguir agrandar su negocio por falta de capital, aparece un empresario conocido por todos que sorprendentemente está interesado en invertir en Meyni.

La oferta de Don Pablo para invertir en Meyni deja sumida en un mar de dudas a Mercedes, que bastantes problemas tiene ya con la actitud de Antonio y la marcha de su hija Inés a Ibiza. Como le recuerda Nieves a cada momento, Don Pablo es el único inversor que van a encontrar para ampliar su negocio. Incluso Asunción Riaño le anima a aceptar. Pero Merche nunca se ha fiado de Don Pablo. Corría el mes de octubre de 1970 cuando Nixon al fin visita España. Toni quiere seguir con sus acciones de protesta, pero aquellos días Madrid estaba literalmente tomada por la policía. Eugenio le convence para llevar a cabo acciones más seguras y más cercanas.

Mercedes tiene la determinación de ir a buscar a Inés a Ibiza para traérsela de vuelta. Sin embargo, Antonio no está por la labor de hacer un viaje tan largo. Merche ya está harta de que a su marido todo le resbale y ve en la nueva Meyni la única manera de que al fin despierte un Antonio que, por otra parte, ya está cansado de que en el Ministerio todo el mundo pase por encima de él. Toni ayuda a su madre redactando el contrato que ha de firmar con don Pablo para la creación de la nueva Meyni. Por lo demás, prefiere pasar el rato con Eugenio y Clara que con sus amigos, que ya están empezando a preguntarse qué hace tanto tiempo con el párroco.

Antonio y Mercedes llegan a Ibiza en busca de su hija y lo primero que les sorprende es la cantidad de hippies que hay en la isla y lo bien que se llevan con los ibicencos. Después de dar muchas vueltas, por fin encuentran a Inés, nada más y nada menos que pasando una gorra entre la gente mientras Mike toca la guitarra. Pese a los intentos de sus padres, Inés parece haber elegido un camino y se resiste a volver a casa. Después del beso, Toni no hace más que pensar en Clara, que le esquiva constantemente. Y es que se trata de un amor imposible, aunque Toni intente huir de los convencionalismos.

Toni está exultante con su relación con Clara, dispuesto a enfrentarse a todo y a todos para conservarla. Pero Clara es más cautelosa y sabe que la relación es imposible. No les queda más remedio que verse a escondidas, con el temor de ser sorprendidos.
Antonio y Mercedes llegan de Ibiza sin Inés, y prefieren ocultar la verdad a Herminia para no hacerle sufrir. Nada más llegar se encuentran con la noticia de que don Pablo ha aceptado las condiciones de Merche para invertir en Meyni y quiere festejarlo con un comida por todo lo alto.

Don Pablo al fin enseña a sus nuevas socias las oficinas del Grupo Ramírez Sañudo (GRS), desde donde van a dirigir la nueva marca de moda Meyni. Antonio, que tiene que visitar varias boutiques con Desi como ayudante, está muy angustiado ante su estreno como jefe de ventas. Mientras, Mercedes comienza a intranquilarse ya que, a pesar de estrenar oficinas, el taller aún no está listo. Después de hablar con Eugenio, Clara empieza distanciarse de Toni, con el objeto de aclarar sus ideas y así tomar la dificil decisión que, ella sabe, es mejor para los dos. Sin embargo Toni no está por la labor de renunciar a Clara.

Clara y Toni lo están pasando en grande en el chalet de los padres de Álvaro. Clara por fin puede estar junto a Toni sin el temor de que alguien les sorprenda, y eso le hace sentir verdaderamente feliz por primera vez en muchos años. Sin embargo, pasado el fin de semana tendrán que afrontar la vuelta a su vida de siempre en el barrio. En el Grupo Ramírez Sañudo, Mercedes vuelve a tener problemas con Don Pablo, que no se hace a la idea de no tener el mando absoluto de la empresa. Por su parte, Antonio mantiene mejores relaciones con el socio de su mujer y Don Pablo le anima a que cree un plan de ventas agresivo.

Toni está decidido a casarse con Clara y a enfrentarse al mundo entero si hace falta. Pero Clara, a pesar de que le quiere, sabe a lo que se exponen y le pide prudencia. Don Pablo tiene entre manos uno de sus chanchullos habituales y quiere poner a todo el taller de confección a coser camisas para la policía urbana. Los beneficios prometen ser ping?es, pero la naturaleza del negocio choca frontalmente con las ideas de Mercedes. Carlos, Luis y Josete se enteran de que los padres de su compañero Jacobo se han separado. Carlitos, que ve a Jacobo muy triste, intenta ayudarle a su manera.

En el mes de diciembre de 1970 proliferaron las protestas a causa del Juicio de Burgos, en el que varios miembros de la banda terrorista ETA se jugaban la pena de muerte. Los obispos vascos, en disconformidad con la naturaleza del juicio, firmaron una carta de protesta que Eugenio lee en misa. Como era de esperar, ningún feligrés queda indiferente ante el gesto del párroco. En este ambiente de tensión política y social, Toni y Clara siguen juntos a pesar de la adversidades, pero Clara se avergenza al darse cuenta de que Antonio está al corriente de todo. En GRS, las costureras exigen mejoras laborales, lo que provoca un nuevo conflicto entre Mercedes y Don Pablo.

El Juicio de Burgos sigue su curso y en España se vuelve a respirar un miedo como hacía años que no sucedía, más si cabe desde el secuestro por parte de ETA del cónsul alemán en San Sebastián. Eugenio ha conseguido unas imágenes de manifestaciones en el extranjero y planea proyectarlas para un grupo de amigos progresistas con la ayuda de Toni. Éste, a pesar de que se vuelca en los asuntos políticos, no se olvida de Clara, a la que sigue viendo a escondidas. En GRS, Mercedes tiene más trabajo que nunca, y es que está volcada en la preparación el desfile. Apenas si hay tiempo para confeccionar la colección y en la oficina todo anda manga por hombro.

A tenor de los acontecimientos relacionados con el Juicio de Burgos, el gobierno decidió suspender indefinidamente el artículo 18 del Fuero de los Españoles, lo que en la práctica supuso la extensión a todo el territorio nacional del estado de excepción. La policía echó mano de sus archivos y empezó a detener a muchas personas que, como Tony, estaban fichadas. Éste se tiene que esconder cuando se entera de que la policía ha ido a buscarle a casa. La celebración del desfile en el que Meyni presenta sus modelos en sociedad es inminente. Mercedes, asustada como está ante el problema de su hijo con la policía, se plantea cancelar su participación en el desfile.

Mientras aún no se conocen las sentencias del Juicio de Burgos y el cónsul alemán, Eugenio Beihl, sigue secuestrado, continúa el Estado de Excepción en toda España. En vista de la situación, Antonio y Mercedes creen que lo mejor que puede hacer Toni es marcharse una temporada a Sagrillas, pero éste prefiere seguir escondido en la parroquia y así continuar en la brecha. En GRS las aguas también andan revueltas. Después del desfile, don Pablo incumple su palabra y se niega a regularizar la situación laboral de las costureras, de manera que éstas deciden dejar de trabajar.

Se acerca el fin de 1970 y, como cada año, es el momento de pensar en nuevos propósitos y en cambios de rumbo. Sin embargo, todo sigue igual para la familia Alcántara: Toni continúa escondido en la parroquia, Inés quiere volverse a Ibiza, y el futuro de Meyni sigue siendo una incógnita. Mercedes tiene muchas dudas acerca de la oferta de don Pablo. Por un lado, el dinero que le ofrece es muy tentador y podría sacar a la familia de algún que otro apuro, pero, por otro, Merche tiene recelos ante la posibilidad de que don Pablo se haga con el control de la marca. Cuando parece que ya ha tomado una decisión, Mercedes descubre que don Pablo tenía escondido un as en la manga.