"Prison Break" es unas de las mejores series que he visto hasta la fecha, posiblemente la que más me ha enganchado. Uno de los mejores ejemplos de cómo hacer una serie carcelaria y un thriller en condiciones. Gran parte del mérito lo tienen esos avances que ocurren en la trama, esos giros de guión que hacían que hubiera un cambio inesperado de última hora y sobre todo sus carismáticos personajes, todos ellos tremendamente bien concebidos. La trama básicamente se centra en un arquitecto con una mente prodigiosa llamado Michael Scofield, quien se infiltra en una prisión para rescatar a su hermano Lincoln, quien se encuentra a la espera de ser freído en la silla eléctrica por el asesinato de un pez gordo, Scofield tiene un plan maestro para escapar con su hermano de la cárcel, pero para ello tendrá que aliarse con algunos reclusos de lo más indeseables. Entretanto, en el exterior, la abogada de Lincoln, Verónica Donovan, trata de demostrar su inocencia viéndose envuelta en una enorme espiral de conspiración que implica a la propia vicepresidenta de los Estados Unidos. Al margen de los continuos giros y una trama muy bien pensada, para mí el gran mérito de esta serie radica en sus personajes, que son muy complejos y numerosos.
Scofield es un ingeniero con una mente superdotada que ayudó a reformar la prisión y tiene un milimétrico plan para huir y tendrá que hacerlo contrarreloj antes de que Lincoln sea ejecutado, por el camino se encontrará con mil y un imprevistos. Es una obra para el puro entretenimiento, nunca mejor dicho cine de evasión, un frenético producto, dotado de una trama poliédrica, cuasi-coral, con unos personajes muy bien descritos, con sus aristas, que evolucionan ingeniosamente, con giros inesperados, con el clásico cliffhanger de rigor por capítulo, eso sí, con múltiples trampas, esto queda tapado por infernal ritmo, una puesta en escena magnífica, se utilizó una abandonada prisión para el rodaje, lo cual le da sensación de realismo brutal, una música extraordinaria qué ayuda de sobremanera a sobresaltarnos con cada situación, unos actores con los que empatizas rápidamente, con un increscendo dramático bestial, utiliza los manidos recursos de este subgénero de prisiones, jefe de guardias sádico, alcaide que no se entera de nada, el preso degenerado pedofilo, con el atractivo del clásico villano. Y por supuesto el clásico sueño de huída, todo esto magnamente hilado.
Reúne muchos de los ingredientes que dan como resultado un éxito seguro. Lo que se refleja en el enorme éxito que ha obtenido a escala mundial. A grandes rasgos, Paul Scheuring mezcla la estructura propia de las soap operas o culebrones, basada en dejar abiertos nudos de acción que son resueltos en el siguiente capítulo, con una alta calidad artística y narrativa a nivel cinematográfico: cuidada puesta en escena, perfecta realización y fotografía, guiones elaborados, un gran entramado de personajes profundos, reparto sobresaliente... Esto sumado a una temática brillante que engancha desde el primer capítulo (fugarse de una prisión de alto nivel de seguridad, salvar a un inocente de la silla eléctrica, intrigas políticas y corrupción en las altas esferas de los EEUU, persecuciones policiales) y una trama en esencia construida mediante la simple carrera de obstáculos continúa engarzada a subtramas que mantienen perfectamente los huecos de la narración, trae como resultado un producto de gran calidad que se traduce en una droga altamente adictiva, que consiste en la ingestión masiva de capítulos.
Las actuaciones son inmejorables, entre mis favoritos se encuentra T-Bag, un redneck psicópata y con un claro gusto por los chicos jóvenes, ya que es un pedófilo de libro, y que tiene como costumbre pedir a sus"novios" que vayan cogiéndole de los bolsillos. Es lo que podríamos considerar el antagonista por excelencia de la serie, no tiene escrúpulos de ningún tipo y tampoco tiene límites. Sin embargo, es tan buen villano que no quieres que muera nunca, tiene sus momentos de humor e inclusos hay instantes en los que parece que podría hacer redención para él, y se nota mucho que el actor Robert Knepper, disfruta mucho interpretándolo. Otro de mis favoritos es el mafioso John Abruzzi, interpretado por Peter Stormare, se trata de uno de los colaboradores de Scofield en la prisión, un capo de la mafia letal pero con cierto sentido del honor y el deber. También cabe destacar a Paul Kellerman, interpretado por Paul Adelstein un "hitman" a las órdenes de la vicepresidenta y que tratará de detener a Verónica Donovan de todas las formas posibles. Al cual acabas odiando por momentos. Sarah Trancedi, la doctora interpretada por Sarah Wayne Callies, está genial. Lincoln Burrows interpretado por Dominic Purcell, puede que sea el personaje más flojo de todos. Y como no Michael Scofield el protagonista principal de toda la trama, interpretado brillantemente por Wentworth Miller. En general, considero que todo el plantel de secundarios esta bastante notable, además que consigues conectar con todos y cada uno de ellos, le acabas cogiendo cariño a la mayoría.
En definitiva, pocas son las series que pueden presumir de una acción tan dinámica, tan versátil y tan impredecible que hace que en cada episodio siempre pasen cosas, y no hablo de cosas banales precisamente, si no de cosas absolutamente determinantes en la trama. Sí, es posible que el ritmo vertiginoso haga que ciertas de esas cosas se antojen algo increíbles, pero no lo suficiente como para contrarrestar ni su calidad ni su éxito. No hay un minuto de descanso, pero sí curiosas alianzas formadas en cada momento obligadas por las circunstancias. Sin duda, la serie más adictiva que ha dado el cine, es increíble cómo te engancha, te atrapa y no te suelta.