La que se avecina: episodios de la temporada 1

Los nuevos vecinos comienzan a mudarse a Mirador de Montepinar, un espléndido inmueble de reciente construcción. Javi, el joven presidente de esta comunidad, regresa junto a su esposa Lola de la luna de miel y se encuentra con numerosos problemas: los vecinos no pagan las cuotas, el conserje se ha despedido y la constructora no se pronuncia a la hora de arreglar los desperfectos de la obra. En su misión le ayuda Leo, el vicepresidente considerado el pesado del edificio.
El matrimonio formado por Enrique y Araceli -él concejal y ella dueña de la peluquería de la finca- se trasladan a su nueva residencia junto a Fran, su hijo adolescente, y doña Charo, la madre de Araceli. Pronto se producen las primeras disputas entre este clan, los Pastor-Madariaga, y sus vecinos de arriba, los Recio.
Sumergida en una profunda crisis emocional tras ser abandonada un mes antes de casarse, Cris vende su piso recién comprado y vive en alquiler en la segunda vivienda de los Recio. La llegada de Sergio Arias, un famoso actor de culebrón a quien su hermano Joaquín le ha vendido un flamante ático, convulsiona la vida de la comunidad.
Después de ser contactado por Leo en Internet, Maxi se incorpora como conserje de la finca, a la que llega con su caravana. Además, Coque, un recluso en régimen abierto, es contratado como jardinero.
Los últimos en mudarse son Izaskun y Mari Tere, dos amigas fugadas de una residencia que se convierten en las okupas del piso piloto, y Goya y Vicente, un matrimonio de jubilados que se trasladan al complejo para estar junto su hijo Javi, a quien han ocultado esta decisión.

Tras recibir múltiples súplicas de los vecinos, Raquel, la atractiva directora comercial de la empresa constructora acude al Mirador de Montepinar para revisar los desperfectos de obra de las viviendas. En el transcurso de su visita, conoce a Sergio, con quien vive una noche de pasión.

Maite es testigo de cómo Eric entrega los azulejos a Enrique y Araceli. La noticia corre como la pólvora por el edificio y poco después los airados vecinos se quejan a Raquel, que les promete una reunión con el máximo responsable de la constructora. Tras perder la paciencia, los residentes del inmueble están dispuestos a invadir las obras de la segunda fase para conseguir las losetas.
Izaskun y Mari Tere se hacen con el cadáver de una mujer que ha fallecido repentinamente en la peluquería para disuadir a una pareja interesada en entregar la señal para comprar el piso piloto.
Joaquín espera la visita de una joven con la que ha iniciado un romance en Internet. Sergio y Eric le convencen de que seguro que es muy fea y Joaquín huye del aeropuerto dejando solo a Sergio. La chica resulta ser muy atractiva, por lo que el galán televisivo no duda en suplantar a Joaquín para conquistarla.
Vicente compra en la tele-tienda un juguete sexual y pide que se lo envíen al domicilio de su hijo Javi. Pero es Lola quien recibe el paquete.
Consciente de los numerosos secretos y mentiras de los vecinos, Maxi roba un polígrafo para prestar sus servicios de detección de mentiras a todos los interesados a cambio de una contraprestación económica.

Javi, malaconsejado por Leo, Maxi y Coque, contrata finalmente a un matón, que resulta ser un individuo poco profesional que se equivoca de víctima en repetidas ocasiones.
Procedente de Irlanda, Álvaro, el hijo adolescente de los Recio, entabla amistad con Fran, el vástago de Enrique y Araceli. El joven, considerado por su familia como un modelo de rectitud, sale de fiesta con su nuevo amigo. En el transcurso de la velada nocturna, el chico sugiere a Fran fingir su propio secuestro para sacar dinero a sus padres.
Mientras tanto, Goya descubre que su vivienda tiene menos metros cuadrados de los escriturados y eleva su queja a la constructora. Ante la falta de soluciones de la compañía, la madre de Javi decide recuperar los metros que le faltan a su piso instalando un armario en el rellano.
En plena guerra psicológica con su suegra, Lola busca una asistenta. Tras poner un anuncio, las únicas interesadas son Izaskun y Mari Tere, que buscan un lugar en el que pasar el día en el horario en el que el piso piloto permanece abierto al público.

Al conocer la noticia de la muerte de su hermana, doña Charo viaja precipitadamente al pueblo. Poco después, regresa a Montepinar con una vaca, varias gallinas y un cerdo, que le han sido legados por su hermana. La madre de Araceli ubica los animales en el jardín del piso de su hija y ambas empiezan a vender los productos de la extraña granja pueda hacer frente a los gastos de la peluquería.
Para combatir el aburrimiento, Izaskun y Mari Tere deciden comprar un coche, a pesar de que ninguna de ellas sabe conducir. Para solventar este pequeño inconveniente, Maxi les ofrece su ayuda como profesor.
Desesperados, Javi y Lola organizan una fiesta para quitarse de encima a Leo, evento que aprovechan para buscar novia al vicepresidente. A este acto social acude también Cristina, que sorprenderá a más de uno.
Además, Sergio y Joaquín salen a divertirse por la noche y Joaquín acaba emborrachándose. Las consecuencias de la juerga nocturna se hacen notar al día siguiente en el comercial de la compañía constructora, que descuida por completo su labor.

Tras extraviar su cartera en la comunidad, Antonio Recio solicita la convocatoria de una junta para interrogar a los vecinos. Javi le indica que no puede desconfiar de los demás propietarios sin pruebas, pero cuando llega a casa descubre que Lola ha encontrado la cartera y ha pagado una compra con la tarjeta del vecino. Berta sugiere a su marido que dé de baja la tarjeta, pero Antonio se niega. La situación se complica cuando varios vecinos empiezan a hacer uso de la tarjeta de crédito indiscriminadamente.
Con la llegada del calor, Araceli decide tomar el sol en su jardín hasta que descubre que Vicente la observa libidinosamente. Agraviada, comenta el incidente a su marido, quien decide salir a broncearse con a ella. Tras comprobar que el vecino sigue mirando, Enrique informa a Javi.
Al ver a su hermano agobiado ante una próxima inspección de Hacienda, Joaquín lleva sus papeles a Amador, asesor fiscal. Cuando descubre que su vecino conoce sus trapos sucios económicos, Sergio decide invitarle junto a su esposa Maite a cenar para evitar así ser chantajeado. A la velada también acuden Patu y su esposo, amigos de Maite. En el transcurso de la cena, Sergio seduce a Patu en el baño y Amador los descubre.

Izaskun y Mari Tere, ocultas en el cuarto de basuras, esperan a que Raquel, Joaquín y Eric concluyan su jornada de trabajo para acceder al piso piloto y pasar allí la noche. Cuando constatan que ya no queda nadie en la vivienda, se introducen en ella. Sin embargo, las dos okupas ignoran que los empleados de la compañía se han entretenido charlando en la puerta de entrada. Raquel se percata entonces de que las dos ancianas se encuentran dentro de la casa y les exige que la abandonen.
Ante la negativa de ambas mujeres, la directora comercial llama a la policía y las amigas dejan de ser okupas nocturnas para serlo a jornada completa. Para poder seguir vendiendo la segunda fase del Mirador de Montepinar sin problemas, Raquel, Joaquín y Eric llevan a cabo distintas iniciativas para que Izaskun y Mari Tere cambien su lugar de residencia.

Enrique sufre una profunda depresión, situación por la que rompe a llorar frecuentemente y sin motivo. Preocupada por el deplorable estado anímico de su esposo, Araceli intenta animarle, pero nada parece consolarle. Al ver que los esfuerzos de su hija son infructuosos, Doña Charo receta a su suegro unas pastillas 'milagrosas' que le animan de sobremanera.Inesperadamente, Enrique hace público su deseo de presentar su candidatura a la presidencia de la urbanización.
La primera iniciativa de su campaña electoral consiste en la organización de una barbacoa para fomentar una mayor armonía vecinal. Por otra parte, Javi recibe numerosas reclamaciones por parte de los propietarios para que se llene la piscina. Sin embargo, la existencia de una grieta en la estructura de la misma impide al presidente de la comunidad satisfacer los deseos de los vecinos.

Temiendo perder su empleo como comercial en la constructora, Joaquín acude a un medio de comunicación para denunciar que dos mujeres mayores han invadido su lugar de trabajo impidiéndole desempeñar su cometido. Furioso ante el cariz que está tomando la 'crisis de las okupas', el máximo responsable de la empresa constructora obtiene una orden de desalojo del piso piloto. Sin embargo, la medida no se puede ejecutar debido al gran apoyo social e innumerables muestras de solidaridad que han recibido las dos amigas.
Mientras tanto, los Recio detectan una gotera en el techo de su casa y llaman al fontanero. Éste les asegura que la fuga de agua parece haberse producido en el piso de arriba. El matrimonio sube a la vivienda de su vecino, el moroso, pero nadie sale a la puerta. Tras informar a Leo, el vicepresidente se hace cargo de la situación. Amparado por la normativa legal, los vecinos acceden al apartamento del moroso, en el que descubren que el problema de las humedades no es de la bajante sino que su vecino se ha ido de vacaciones y dispone de un potente equipo de aire acondicionado en su hogar. Ante la llegada de los primeros calores estivales, los residentes de la urbanización deciden visitar asiduamente el piso del moroso para disfrutar de su sistema de climatización.

En este episodio, con Mariví y Mari Tere convertidas en 'heroínas' mediáticas, la constructora estudia la forma para que las dos okupas abandonen el piso piloto definitivamente.En la sede de la compañía, Raquel, Eric y Joaquín y el máximo responsable de la empresa forman un gabinete de crisis para analizar la situación y solventar el problema.
En el transcurso de la reunión, Eric propone hacer las paces con las dos amigas y ofrecerles una atractiva alternativa, acuerdo que se llevaría a cabo ante las cámaras de televisión. Sin embargo, la situación se recrudece para la empresa constructora cuando la Fiscalía Anticorrupción decide investigar la 'misteriosa' recalificación del terreno sobre el que se ha levantado el inmueble de Montepinar 7.

En este episodio, la permanente exposición de Mariví y Mari Tere en los distintos medios de comunicación y la imposibilidad de acceder al piso piloto impide a la constructora vender las viviendas de la segunda fase de 'Mirador de Montepinar'.
Con el objetivo de poner fin a la okupación de las dos amigas, el máximo responsable de la compañía acude con su equipo al piso piloto para llegar a un acuerdo.Tras una intensa negociación, el principal directivo de la compañía se compromete a ceder a Mariví y Mari Tere el uso y disfrute de la vivienda con la única obligación de conservarlo.
Ambas partes sellan el pacto en el jardín del apartamento ante la presencia de numerosas cámaras de televisión. A partir de entonces, Eric y Joaquín se ven obligados a compartir su lugar de trabajo con las dos ancianas.

La abstinencia durará hasta que la verruga sea extirpada y que informe de la situación a todas las mujeres con las que ha tenido relaciones en los últimos seis meses. Cuando salen de la consulta, Sergio le asegura a Joaquín que no va a avisar a ninguna de sus conquistas de la situación, decisión que reprueba su hermano.
Mientras Sergio, Raquel y Joaquín ven una película en casa, la directora comercial de la constructora se muestra especialmente cariñosa con su novio. Cuando la pareja decide subir al dormitorio en busca de intimidad, Joaquín les interrumpe en varias ocasiones para evitar un posible contagio.
Finalmente, Sergio se queda dormido y logra un hecho sin precedentes: pasar un día sin sexo. Al día siguiente, Joaquín visita a Amador y a Maite para darles a conocer el parte médico de su hermano con la excusa de que la información puede ser útil para Patu, amiga de Maite a quien Sergio sedujo durante una cena. Descompuesta, Maite, que mantuvo una fugaz aventura con el actor, sale precipitadamente de la casa en su busca del actor para pedirle explicaciones.

Raquel se reconcilia con Sergio pero pone como condición irse a vivir con él. Joaquín, preocupado por su futuro en la casa, habla con Sergio, que le comunica que tendría que irse a vivir a otro lugar. Joaquín se convertirá así en el nuevo compañero de piso de Eric que, tras la muerte de su abuela, ya dispone de un piso en el centro de la ciudad.
Por otro lado, Maite está embarazada y se encuentra con un gran dilema: no sabe quién es el padre de su hijo. Por la fecha que le ha proporcionado el médico, el padre podría ser tanto Sergio como su marido. Sin embargo, el actor se niega a hacerse las pruebas de paternidad y Joaquín, tomando una vez más la responsabilidad de su hermano, se ofrece a conseguirlas.