Buscando, al fin, algo de tranquilidad y después de moverse por varios sectores, desde la CIA a la Casa Blanca; Carrie decide dejar su útlimo trabajo en la sede presidencial para quedarse en Washington D.C. pero viviendo con su hermana.
La tranquilidad buscada, sin embargo, no sonreirá a la protagonista, que decide apuntar a la Administración Keane como objetivo. Dicho presidente ha arrestado a 200 miembros del sector de inteligencia, acusados de traicionar los ideales del país.