Cuando el detective Michael Britten (Jason Isaacs, 'El Patriota')) se despierta tras sufrir un grave accidente de tráfico con su mujer Hannah (Laura Allen, 'Todos mis hijos') y su hijo Rex (Dylan Miente, 'Déjame entrar'), recibe la peor noticia que podría imaginar: su esposa ha fallecido en el golpe. A partir de ese momento Michael tratará de recomponer su vida pero no le resultará nada fácil. Sobre todo cuando, pocos días después, vuelve a despertarse y descubre que su mujer sigue viva y que ha sido el pequeño Rex quien ha muerto en el accidente.
Michael intenta volver a su vida normal y a su trabajo, pero resulta algo complicado de hacer cuando se vive en dos realidades completamente distintas. El detective resuelve crímenes de ambos mundos al mismo tiempo, casos que a veces se relacionan entre sí de forma completamente inexplicable. ¿Es todo un sueño o realmente se está volviendo loco?
Para salir de dudas, Michael comienza a hacer terapia con dos psiquiatras diferentes que tratarán de ayudarle a solucionar su situación aunque ¿por qué decantarse por una de las dos realidades cuando viviendo ambas puede tener a su familia al completo?