Fue durante tres décadas el niño de Kinder, pero solo recibió 150 euros: renegó de su pasado hasta que rompió su silencio en un libro

Al igual que los anuncios, algunas imágenes de marcas quedan en la memoria colectiva. Muchos seguro que no habéis olvidado el rostro del mítico niño que salía en la caja de Kinder. Sus ojos celestes, sus dientes radiantes y un peinado perfecto son recordados por aquellos que crecieron comiendo las conocidas barritas de chocolate. Si hace unas semanas hablábamos del primo de Zumosol, quien dio charlas contra el bullying y ahora tiene una inmobiliaria, hoy nos preguntamos qué fue del primer niño de Kinder.

Günter Euringer se convirtió en la imagen de Kinder en 1973, justo cinco años después de lanzarse la marca al mercado, hasta 2005. El rostro de este alemán se hizo conocido en todo el mundo, pero él renegó toda su juventud de su pasado. Apenas tenía 10 años cuando prestó su cara para la famosa marca de chocolatinas, por lo que esta colaboración le dejó marcado toda su vida su vida.

El alemán fue el niño de Kinder durante más de tres décadas, por lo que su popularidad marcó toda una era. La imagen en la caja fue cambiando gracias a los ajustes de la empresa, que quería mantener su presencia fresca en las mentes de los consumidores. En este tiempo, la vida de Euringer fue totalmente desconocida para la población. Sin embargo, también en 2005, él decidió romper su silencio y escribir un libro contando su experiencia.

En el libro 'Das Kind der Schokolade', Günter Euringer desveló que durante la adolescencia renegó de su pasado. De hecho, llegó a tener vergüenza por su apariencia física. El alemán también destaca que, contra todo pronostico, no era muy fan de las conocidas barritas. Algo que seguro que muchos no entenderéis porque... ¿A quién no le gusta una chocolatina de Kinder? Yo, personalmente, no conozco a nadie.

No obstante, lo que más llama la atención del libro de Euringer es cuando confiesa cuánto cobró por ser la imagen de Kinder. El alemán afirma que obtuvo 300 marcos alemanes en dos partes, lo que viene a ser poco más de 150 euros, por su trabajo con la icónica marca. Una cifra que sorprende por ser bastante baja al tener en cuenta que estuvo 30 años siendo el rostro de Kinder.

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Estas confesiones llevaron a la marca a decidir cambiar de imagen, algo que notaron enseguida los consumidores. Por ello, muchos ciudadanos pidieron a Kinder que Günter Euringer volviera. Y lo consiguieron, pero no de la forma que esperaban. El rostro del alemán sirvió para un lanzamiento especial de la marca, que pronto quedó en el olvido.

La vida de Günter Euringer ha sido bastante tranquila. Se casó y tuvo dos hijos, que fueron la mayor alegría de su vida. Además, se formó como cámara y trabajó en publicidad y realizando videoclips. Poco más se conoce sobre la actual vida del alemán, pero lo que está claro es que siempre quedará en la memoria colectiva.

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