Son muchos los restaurantes que han pasado por Pesadilla en la cocina. Mientras que unos tuvieron que cerrar al no conseguir remontar tras la visita de Alberto Chicote, como el marroquí de Madrid, otros han tenido la suerte de continuar abiertos. Uno de ellos es El Callejón de Algeciras, uno de los casos "más difíciles" para el conocido cocinero que no dejó indiferente a los espectadores.
A pesar de los consejos y la reforma de Pesadilla en la cocina, el dueño de El Callejón de Algeciras recuerda esta experiencia como "mala". "No se la recomiendo a ningún hostelero", declaró al medio local 8directo. "Es mentira, todo está guionizado. Todo es lo que ellos digan y cómo ellos digan", afirmó David Piña. Una opinión que comparte con otros dueños de restaurante, pero que Chicote ha desmentido en más de una ocasión.
¿Pero cómo acabó participando en Pesadilla en la cocina? Según contó el dueño de El Callejón de Algeciras, el programa de laSexta se puso en contacto con él para ofrecerle la posibilidad de ser uno de los protagonista de la temporada. "Yo en un principio no estaba para nada interesado, pero me dijeron que podía ser una buena oportunidad para dar publicidad al local a nivel nacional y tal...hace un año abrimos un nuevo salón y me pareció interesante poder publicitarlo", reconoció.
Así David Piña se acabó animando a participar y firmó "un contrato muy extenso de unas ocho páginas, por delante y por detrás, que eso no había quién lo entendiese". A pesar de ello, Piña accedió y los problemas vinieron durante el rodaje. "Ellos llegaron un domingo y cuando ellos se instalan tú tienes que irte del local, te desentiendes, les das las llaves y ellos se quedan a cargo de todo esto, y ya te van llamando para ir grabando y demás", señaló el dueño y afirmó que "se instalaron en el salón que quería promocionar".
Me decían que tenían darle un poco de tensión y de gracia al programa, pero que al final me alegraría del resultado
Además de asegurar que cuando volvió se encontró "la verdura podrida, cuando yo nunca he tenido productos en mal estado", Piña destacó que los comensales son gente del programa y "entraron muchísimas comandas de golpe". Al ver esta situación, el dueño se encaró en más de una ocasión a la organización pero acabó cediendo ante las amenazas de la multa por incumplimiento del contrato.
"Me pidieron, por ejemplo, que me enfadara con mi madre, que nos peleáramos entre nosotros, o incluso nos indicaban lo que teníamos que decir. Un verdadero show. Yo al final es que me reía de todo esto", reconoció Piña. En cuánto a Chicote, el dueño de El Callejón de Algeciras tiene una opinión clara: "Si en cámara parece antipático, fuera de cámara lo es más todavía. Es déspota y arrogante", sentenció.
El después del paso de 'Pesadilla en la cocina'
Las grabaciones de Pesadilla en la cocina en El Callejón de Algeciras duraron en torno a una semana. Unos días en los que las mejoras prometidas por el programa no acabaron por cumplirse. "Nos proponen, como a todos, cambiar y mejorar la carta y nos quitan por ejemplo el pescaito frito, que eso estará muy bien para un bar de por ahí fuera, pero yo aquí, en Algeciras, cómo voy a quitar el pescaito frito", señaló el dueño del restaurante.
"Nos pintaron la fachada de fuera pero de muy mala forma, la tuvimos que rematar nosotros. Además se fueron dejándonos el salón nuevo manga por hombro y llevándose mercancía por valor de seis mil euros", afirmó David Piña al citado medio. Por ello, acabó interponiendo una demanda al programa. "Me pagaron 1.500 euros por la mercancía. Mi abogado me recomendó que aceptara esa cantidad porque ir a juicio contra La Sexta iba a ser peor", sentenció.
A pesar de esta "mala experiencia", El Callejón de Algeciras sigue abierto para el disfrute de los comensales. De hecho, las últimas reseñas del local son bastantes buenas y destacan "la comida rica y el precio". Sin embargo, como suele ser habitual, también hay alguna valoración mala en la que señalan "el trato recibido por parte de los empleados".
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