Diez años después, Callejeros regresó a la pequeña pantalla para alegría de los espectadores. El mítico programa de Cuatro dejó icónicos momentos para la historia de la televisión española. Incluso algunos de los protagonistas, y sus ya míticas frases, han pasado a formar parte de la cultura popular de nuestros país. Sucesos que siguen siendo virales en la actualidad gracias a las redes sociales, que por aquel entonces ni existían.
Nos hemos reído durante casi dos décadas con el vídeo de las vecinas de Valencia. El 29 de junio de 2007 la audiencia conoció a Isabel y Vicenta, dos habitantes contiguas de la calle Estrella de Valencia. Una historia que quedó para el recuerdo por frases como "puta, puta, puta, sin ser yo nada de eso" o las bolsas cubriendo la cabeza de una de las protagonistas. Pero lo sucedido en aquel edificio valenciano no era tan divertido. O por lo menos las vivencias que tuvieron en su entorno.
En 2020, 13 años después de que saliera el reportaje de Callejeros en Cuatro, el hijo mayor de Isabel decidió contar en Twitter cómo vivió aquella época. Jesús era apenas un niño cuando sufrió ataques de la vecina Vicenta: como constató la sentencia, la mujer se pasó un tiempo tirando heces, disparándoles pis con una pistola de agua, insultándoles o destrozándoles la puerta, entre otras muchas lindezas. Pero no solo eso. También tuvo que ver cómo se ridiculizó a su madre cuando contaba la verdad.
"Nunca he hablado de este tema supongo que por vergüenza o temor a lo que me pudieran decir o las burlas hacia mi familia. Nunca lo he hablado ni con mi circulo más cercano, ya que es un tema muy delicado para mí y rememora una época muy mala de mi vida. Mi infancia estuvo condicionada desde muy pequeño por los sucesos que tanto se han dado a conocer en la TV", escribió Jesús.
Tras relatar muchos de los acontecimientos vividos, el hijo mayor de Isabel volvió a mostrar el miedo que pasaban dentro de su propia casa. "Imaginaos a un chaval de 7 años y a su hermano de 3 años, donde cada día salía tu vecina con un cuchillo o un cubo de lejía a decirte que iba a matar a tu madre. Que en un descuido la iba a tirar por las escaleras, que se andara con ojo por la calle", afirmó.
No se dio a entender el miedo que pasábamos cada día, en nuestra propia casa
"Demasiadas denuncias, demasiado dinero invertido en abogados y en todo el circo mediático. Al final, la gente se queda con la parte graciosa de la historia (que al final es la que dieron los medios) y no se intenta ver más allá", denunció el joven. Además, "muchos años tuvieron que pasar para que se hiciera justicia" pero que al final se hizo.
Más de dos lustros en los juzgados, con más de 4.000 páginas de sumario, la sentencia del caso de las "vecinas de Valencia" llegó en 2013. A Vicenta le cayeron nueve meses de prisión y 10.000 euros de indemnización por daños morales, pero era mucho menos de lo que pedía la acusación, que exigía más de dos años de cárcel y denunció otros delitos que no fueron confirmados por la sentencia como descubrimiento y revelación de secretos o denuncia falsa.
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