La primera edición de Operación Triunfo marcó a toda una generación de espectadores, pero más a sus concursantes. Dieciséis jóvenes entraron en la Academia de OT con un mismo objetivo: cumplir su sueño de ser cantantes. Lo que no se esperaban, y mucho menos RTVE, fue el fenómeno de masas en el que se convirtió el programa. Muchos encabezaron las listas de discos más vendidos durante un tiempo -incluso algunos lo siguen haciendo hoy en día-, aunque no todos lo vivieron de la misma forma.
Casi 23 años después del comienzo de OT 1, Verónica Romero ha contado "el infierno" que vivió al terminar el concurso y que ha ocultado todo este tiempo. La sexta finalista de la primera edición del programa de RTVE ha destacado que le pusieron "muchísimas trabas" durante la 'post-Academia' que la organización puso a disposición de los concursantes. Además, la cantante ha señalado que no se siente "en deuda" con el formato aunque sí muy agradecida por la oportunidad.
"Viví una experiencia bonita, pero también hubo una serie de cosas que yo no le contaba ni a mi familia porque siempre he sido muy discreta", confesó Verónica el pasado domingo 4 de agosto durante una entrevista en Fiesta. Con el paso de los años y la madurez adquirida, la cantante señaló que cree que es el momento de "contar su historia" en los medios.
Verónica Romero confesó que se enteró por un compañero de que Sony Music ya no contaba con ella. "Yo me tuve que hacer artista independiente e irme fuera de España para poder dedicarme a la música", afirmó. Sin embargo, esto no fue lo peor de su experiencia al salir de OT. "A nosotros nos tenían en una casa en Barcelona al acabar Operación Triunfo. Yo estaba prácticamente allí encerrada, no podía salir. Nadie me podía acompañar a ningún sitio", relató en el programa de Telecinco.
Pasaba allí los días encerrada sin prácticamente comida, viendo cómo los compañeros entraban y salían de hacer sus promociones
"Iba a la zona de management y esas personas no se portaron bien", continuó Verónica, quien tan solo tenía 20 años. "Recuerdo que las managers que me tenían que cuidar me decían que yo no estaba en el merchandising de los seis finalistas porque no me merecía estar allí. Me decían que subiera a hacer abdominales y que diera gracias por tener una flor en el culo. De la ansiedad de estar tanto tiempo allí encerrada sin salir me dieron espasmos muy graves por los que me tuvieron que ingresar", afirmó.
La cantante también recordó que se enteró por un fan de que su disco había salido a la venta y que su familia "lo pasó muy mal". Todo ello acabó por estallar a Verónica, quien se armó "de valor" para decir a los responsables que se iba. "Nunca he sido una persona competitiva ni envidiosa, pero con mi vida he sido muy protectora", volvió a señalar la razón por la que no había contado nada antes.
Si no sabes qué ver y quieres recibir los estrenos en tu mail apúntate a nuestra Newsletter.
