No, Joe Jonas y Sophie Turner no pasarán a ser uno de los matrimonios más estables de Hollywood como Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, sobre todo porque ya ni siquiera son marido y mujer. O están en proceso de dejar de serlo. La pareja siempre había sido una de esas que ocupaba un lugar especial en nuestro desconfiado corazón, al igual que la formada por Blake Lively y Ryan Reynolds y que tenemos que proteger a toda costa. Sin embargo, hace menos de dos semanas lo que parecía una relación idílica saltaba por los aires.
Después de que los submundos de TikTok hicieran de las suyas y pusieran en entredicho que aún estuvieran juntos debido a que el cantante se había dejado ver en uno de sus conciertos sin la alianza puesta, el 6 de septiembre se confirmaban las suposiciones: el componente de los Jonas Brothers había solicitado el divorcio.
Por supuesto, nada más salió a la luz la noticia de forma oficial comenzaron a correr ríos de tinta, apenas contenidos los días previos, y además de los fanes de ambos con sus diversas teorías, el equipo de comunicación y relaciones públicas de Joe Jonas empezó a trabajar más duro que la mismísima Kris Jenner. ¿Por qué digo esto? Pues porque de la nada, o aparentemente de la nada, comenzaron a surgir noticias, principalmente recogidas por diarios sensacionalistas estadounidenses e ingleses, que ponían en duda el papel de Sophie Turner como madre y como esposa. De repente, la privacidad de unas niñas que siempre se había querido mantener se vio rota en una salida de su padre cuidando de ellas curiosamente y acompañado de una chica que, de forma obvia, no era Turner.
¿Qué informaciones se empezaron a verter en este momento?, ¿cómo fueron las narrativas? Nada malo sobre Joe. Bueno, nada en general. Sophie Turner se ha mantenido en silencio a excepción de un comunicado de ambos que compartió en su cuenta de Instagram, pero nada más en ningún sentido. Lo lógico si es lo que han acordado y así supuestamente ha sido por sus palabras. De acuerdo a ellas la decisión habría sido de mutuo acuerdo a pesar de que el paso lo haya dado él.
No obstante, como señalaba, los artículos sobre lo mala madre y mala pareja, a ojos de una sociedad tradicional y heteropatriarcal, empezaron a fluir: la protagonista de Juego de Tronos estaba interesada en salir mucho, muchísimo dejando de lado a su familia, algo extraño teniendo en cuenta que durante una entrevista que le hizo Conan O'Brien durante la pandemia señaló que estaba disfrutando el tiempo que pasaba en casa y que normalmente era Joe la que la empujaba a salir ya que él es más extrovertido que ella. Bueno.
¿Algo más? ¡Por supuesto! Pero vamos a hacer el pequeño inciso de que sería normal que Sophie Turner quisiera salir y tener tiempo para sí misma teniendo en cuenta que prácticamente desde que fue madre a los 24 años en 2020 su carrera y su vida personal se habían quedado aparcadas en un segundo plano para cuidar de su familia y que Joe Jonas tuviera su regreso triunfal con la banda que forma con sus hermanos.
También relacionado con esto se han publicado muchas noticias que aludían a lo buen padre que era Joe simplemente por hacer justo lo que su mujer había hecho los tres años anteriores: cuidar de sus dos hijas mientras ella estaba trabajando en Inglaterra rodando su último trabajo. Pero bueno, algo así no pilla a ninguna mujer de sorpresa, porque lo que se nos ha impuesto a nosotras como obligación en las manos de ellos se convierte prácticamente en algo sobrehumano, deseable. Igualmente, Sophie Turner siempre había manifestado su deseo de vivir en Reino Unido destacando su esfuerzo por quedarse en Estados Unidos por su pareja y su familia.
Pero tranquila, que quedan algunos ingredientes más a esta receta perfecta para la difamación nacida en los mejores gabinetes de comunicación: ¿sabes lo que son las palabras clave? Son unos conceptos que se usan a nivel de posicionamiento en buscadores y redes sociales para lanzar contenido. Pues bien, para disuadir todo lo relacionado con que su anillo de casado había desaparecido de su dedo, el equipo de Joe Jonas además decidió lanzar la noticia de que toda la separación, el toque de gracia, habría venido debido a una conversación o unas imágenes de la actriz que la cámara del telefonillo de casa de Jonas y Turner habría captado. Porque sí, en inglés timbre se dice "ring", como anillo. ¿Maquiavélico? NO, QUE VA.
Y después de todo, ¿hay algo bueno en todo esto? Pues sí, y es que estamos tan cansadas que no nos hemos tragado ni una pizquita de esta narrativa digna de guion de Oscar. Al igual que destaparon la noticia de la supuesta, después confirmada, ruptura, las redes sociales han sido las primeras en dar carpetazo a la estrategia de Joe Jonas ensalzando todo lo que comento en el artículo y dándole a cada parte de la pareja su lugar: a ella el de la Reina en el Norte y a él el de un chico que solo ha vuelto a ser guay porque su expareja es lo más y quizás eso es algo que le ha venido grande. Aunque habrá mucho más, porque la cabeza de un hombre no tiene que ser tan simple. Lo de la diferencia de edad ya lo dejamos para otro día. Al igual que los blind items que circulan en la (no tan) "deep web".
