A punto de cumplirse 20 años de su desenlace quizá Friends no sea la serie que mejor ha envejecido del mundo, pero sus fans la siguen recordando con el mismo cariño y que el primer día. En algunos casos devoción, casi podríamos decir. La famosa 'sitcom' de NBC nos acompañó durante un total de 10 temporadas entre 1994 y 2004 y, aunque tiene algún que otro detractor, lo cierto es que raro es el 'millennial' que no la sitúa como una de sus series de cabecera.
En ella, Jennifer Aniston, Courteney Cox, David Schwimmer, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc y Matthew Perry interpretaban a Rachel, Monica, Ross, Phoebe, Joey y Chandler, respectivamente, un grupo de amigos -y en algunos casos también compañeros de piso- de lo más dispar y residente en Nueva York que protagonizaba divertidas situaciones y dinámicas relacionadas con el amor, el trabajo, la familia y sus distintas metas en la vida.
A lo largo de sus 10 temporadas, Friends penetró de tal manera en las vidas de los espectadores que aún hoy, casi 20 años más tarde de su desenlace en el año 2004, numerosos de sus elementos siguen formando parte de la cultura popular y serían reconocidas incluso por aquellos que tan solo la vieron de pasada alguna vez. De hecho, tal fue el éxito de la 'sitcom' que sus protagonistas llegaron a cobrar nada menos que un millón de dólares por episodio, una cifra que, si resulta una pasada ahora, en su día los convirtió a todos ellos en los actores mejor pagados de la televisión.
Pero, por exitosa que fuese, Friends tenía que llegar a su fin y el momento elegido fue la décima temporada, con un doble episodio final, 'El último', en el que les veíamos juntos por primera vez.
Sin embargo, NBC no quiso desprenderse de todo de Friends e ideó rápidamente un plan para repetir su éxito: un 'spin-off' centrado en uno de sus personajes más carismáticos, Joey Tribbiani, al que volvería a dar vida el también carismático Matthew LeBlanc. Sin embargo, Joey nunca podría ser Friends y, a pesar del intento a la desesperada de la cadena estadounidense, la serie fracasó rápidamente. Un fracaso para el que el propio protagonista admitiría después "estaba destinada".
Joey estaría centrada en seguir los pasos de Joey como actor en Los Angeles y NBC no quiso perder el tiempo: en septiembre de 2004, apenas cuatro meses después de su desenlace, la nueva 'sitcom' estaba viendo la luz en la cadena, ocupando su misma franja horaria y tras una promoción brutal que se notó en los primeros datos de audiencia. La expectación estaba ahí, pero la decepción no tardaría en llegar: mientras en Friends Joey se compensaba con los otros cinco amigos, en solitario y con otro entorno no logró convencer a nadie.
Los creadores de la Friends original, David Crane y Marta Kauffman rechazaron frontalmente unirse al proyecto, pero el productor y director Kevin S. Bright sí se animó a apostar por la nueva serie. Una decisión de la que se arrepentiría mucho: "Se convirtió en un personaje patético y deprimido", llegó a decir Bright sobre Joey. Matthew LeBlanc tampoco guardaría un buen recuerdo.
Estaba condenada desde el principio. En 'Friends' yo estaba compartiendo episodios de 22 minutos con otros seis personajes. En 'Joey' el guion era todo yo. Era mucha responsabilidad. La presión era mucho. Recuerdo sentirme como si un elefante se hubiese sentado en mi cabeza
El principal problema de Joey es que los guionistas alteraron demasiado al personaje, en opinión de LeBlanc: "Las bromas estaban bien, pero el conflicto y los obstáculos en las historias no eran válidos". Y añadió: "En Friends Joey siempre era el vaso medio lleno. En Joey era el vaso medio vacío. Y eso era triste. Creo que deberíamos habernos tomado un año libre".
Aún con todo, Joey no se quedó en su primera temporada, sino que los datos de audiencia fueron suficiente como para que NBC renovase por una segunda entrega en la que los espectadores cayeron en picado hasta tal punto que la cadena la retiró de su parrilla antes de tiempo.
Una mala experiencia de la que extraer un aprendizaje y que mantuvo a LeBlanc un tiempo alejado de las cámaras hasta su gran regreso, ahora sí, con Episodes, en la que o dudó en bromear con su fracaso anterior.
