La muerte de Akira Toriyama aún duele. Y es normal. A sus 68 años, el autor estaba planeando uno de los años más importante para la historia de su obra magna, Dragon Ball, con el estreno de Dragon Ball Daima, la continuación del manga de Super y alguna que otra sorpresa mas. Sin embargo, parece que la franquicia, sin él como ente que todo lo supervisaba, ha quedado en pausa. No sabemos cuándo continuará Toyotaro con el manga, ni cuándo veremos su nuevo anime, pero una cosa está clara: lo que salga tendrá, aunque sea post-mortem, el sello de aprobación del autor.
Volver a ser niños
Por fin hemos podido ver la última entrevista que jamás diera el autor, que se hizo tan solo una semana antes de su prematura muerte. Y en ella anuncia algo inesperado para los que creíamos que en Daima había ido solo a saludar: estuvo metido de lleno en el proceso, aunque fuera por accidente. "Inicialmente iba a ser una serie original sin mí, pero como les di ayuda aquí y allá acabé metido profundamente en el proyecto sin darme cuenta", dice el mangaka.
Es más, según parece, hizo algo más allá de la historia en sí, y se metió de lleno en el diseño de personajes y el mundo que presenta. Y quizá por ello puede afirmar que "será una producción rica en contenido, no solo en acción intensa. Me encantaría que pudieráis disfrutar viéndola". Lo haremos, pero de otra manera muchísimo más agridulce, sin duda.
Jump
Al final, las últimas palabras de Toriyama para el Tokyo Anime Festival de este año son las que más duelen, las más inesperadas, las que quedaron para la posteridad: "Debido al estilo de mi vida de mi juventud, no confío mucho en mi salud, así que no sé cuánto más podré hacer. SIn embargo, seguiré intentando crear trabajos interesantes. ¡Por favor, continuad apoyándome en el futuro!". Ojalá poder seguir haciéndolo. Se le echa de menos, sensei.
