James Byron Dean, más conocido como James Dean, nació el 8 de febrero de 1931, en Marion (Indiana). Después de la muerte de su madre, cuando tenía 9 años, Dean tuvo que dejar su hogar para irse a vivir a la granja de sus tíos. Tras graduarse, se mudó a Nueva York con la intención de poder cumplir su sueño de convertirse en actor. Poco a poco se fue introduciendo en el mundo de la interpretación consiguiendo pequeños papeles en los largometrajes A bayoneta calada (1951) y ¿Alguien ha visto a mi chica? (1952), y en series de televisión como Studio One (1952) y Treasury Men in Action (1953).
Pero no fue hasta 1954 cuando el joven actor consiguió su primer rol como protagonista, gracias al realizador Elia Kazan, que lo eligió para que encabezara el reparto de Al Este del Edén. Poco después, el cineasta Nicholas Ray le ofreció el papel principal en la película Rebelde sin causa, y un año más tarde, se pondría a las órdenes de George Stevens en Gigante.
Su carrera artística se vio truncada por su trágica muerte en un accidente de tráfico, el 30 de septiembre de 1955, con 24 años. Así pues, y pese a haber protagonizado sólo tres largometrajes, James Dean pasó de ser una estrella a convertirse en una auténtica leyenda del mundo del cine.
Ahora, 60 años después de su muerte, se estrena Life, la cinta dirigida por Anton Corbijn, en la que se narra la relación que tuvo James Dean (Dane DeHaan) con el fotógrafo de la revista Life, Dennis Stock (Robert Pattinson), autor de algunas de las fotografías más memorables del actor. Por ello, aprovechamos la ocasión para recordar algunos detalles de la vida de Dean, que quizá no conocías.